Katia Borlado (Gijón, 1990) dejó hace dos años su tierra, tras finalizar sus estudios en la ESAD (Escuela de Arte Dramático de Asturias), para cumplir su sueño de dedicarse a la interpretación. Tras una pequeña aparición en la serie televisiva "Velvet" y el programa "Cuarto Milenio", ahora disfruta con la interpretación de la obra de teatro "Fuente Ovejuna", basada en la obra de Lope de Vega, que se representará este sábado a las 20.30 horas en el teatro Jovellanos. La obra de teatro "Fuente Ovejuna" es un montaje de la "Joven Compañía", que tiene el objetivo de servir como primera experiencia profesional para jóvenes.

-¿Qué se encontrará el público en esta obra?

-Un montaje clásico, pero con un tema bastante actual, porque la sociedad cambia menos de lo que pensamos y a pesar de que el público crea que se va encontrar una obra muy lejana, tanto por temática como por cuestión de tiempo, se dará cuenta de que no es así, y que siguen estando dos mundos vigentes, el del pueblo y el de la tiranía del poder.

-Interpreta el personaje de Pascuala, que en la obra original es una mujer dulce y a la que le cuesta tomar decisiones, ¿se asemeja a su papel?

-Sí. Porque mientras Laurencia tiene un carácter más rebelde, Pascuala es más "oveja", tiene bastante más inocencia, y en algún momento de la trama se intenta rebelar, pero al fin y al cabo no lucha. Es consciente de que no puede cambiar ninguna situación por sí sola y mucho menos siendo mujer.

-¿Qué supone para una gijonesa, que creció en el barrio de El Coto, actuar en el teatro Jovellanos?

-Es una mezcla de sensaciones. Volver a Asturias siempre es un lujo, aunque haya cierta responsabilidad. Lo que más me supone es la alegría de poder estar aquí y que me pueda ver mi familia y mi gente.

-¿Cómo descubrió que quería ser actriz?

-La pasión me viene desde muy pequeña pese a que no era consciente. Cuando tenía siete años mi abuela me regaló las cintas de VHS de Lina Morgan y eso ya fue mi locura máxima. Ya en el instituto, en la ESO, un profesor me preguntó a qué quería dedicarme, y no supe contestarle. Y empecé a plantearme la posibilidad de dedicarme a la interpretación. Quería probar, aunque sin vistas iniciales de dedicarme toda la vida a ello. Le agradezco mucho lo que soy ahora a Felipe Ruiz, que me descubrió el teatro en los cursos de la Universidad Popular.

-¿Fue una locura embarcarse en el mundo de la interpretación?

-Está claro que es una locura, pero es la mejor locura que he hecho y nunca me arrepentiré. No sé si el día de mañana me dedicaré a esto, porque es muy inestable y difícil. Es una carrera de fondo, pero estoy muy feliz.

-¿Quiénes son sus influencias? ¿Con quién le gustaría trabajar?

-Nunca he seguido ningún patrón. He intentado ser yo misma y mostrar lo que tengo. La interpretación se basa mucho en la personalidad y si busco a alguien como referente seguramente no tenga el mismo resultado. Lo que sí me gustaría es trabajar con José Coronado o Pedro Almodóvar.

-¿Cómo fue su experiencia en la serie televisiva "Velvet"?

-Fue algo muy pequeñito, con una figuración con frase en una pequeña secuencia con Miguel Ángel Silvestre. Pero me abrió el gusanillo de la televisión, que creo que es un mundo bastante más complicado que el teatro. Espero que llegue mi oportunidad.

-Le gusta la danza contemporánea y los bailes latinos, ¿cada vez se pide más formación para poder ser actriz?

-No es que sea algo obligatorio, pero está claro que cuanto más sepa se cuenta con un abanico más grande de posibilidades para trabajar.