La primera dama estadounidense, Michelle Obama, y el príncipe Harry de Inglaterra ensalzaron a los militares y a sus familias y su aportación a la sociedad al inaugurar los Juegos "Invictus" 2016 en Florida (Estados Unidos).

La ciudad de Orlando, en el centro de Florida, acoge desde ayer a unos 500 representantes de quince países en la segunda edición de la única competición internacional deportiva para miliares en activo o retirados que hayan sufrido heridas, traumas, mutilaciones o padezcan enfermedades que causen discapacidad.

Durante la inauguración, celebrada el domingo por la noche en las instalaciones del complejo deportivo ESPN, en los parques temáticos del Walt Disney World, Michelle Obama y Harry estuvieron acompañados por el expresidente George W. Bush y numerosas estrellas del mundo deportivo y del entretenimiento.

El príncipe Harry, creador de estos Juegos, dijo: "Estoy muy lejos de Inglaterra, pero cuando miro a mi alrededor y veo tantos rostros familiares, hombres y mujeres del servicio (militar), sus amigos y familiares, y toda la gente que los ha traído aquí, me siento como en casa".

Según él, esta competición tiene como fin el convertirse en una "plataforma para que todos aquellos que han servido puedan demostrarle al mundo lo que ellos tienen para ofrecer".

Asimismo, destacó la necesidad de afrontar otro frente de batalla, ese que espera a los soldados al llegar a casa debido a heridas invisibles que también repercuten en sus familiares.

Por su parte, Michelle Obama instó a los soldados a "pasarlo bien, a divertirse" y reiteró su compromiso con las familias militares, de quienes dijo sentirse orgullosa.

"Más que todo, estoy aquí para honrarlos a todos ustedes, miembros extraordinarios de nuestro servicio (militar)", dijo la primera dama estadounidense.

Los próximos Juegos "Invictus", que tienen una gran dimesnión emocional, cambiarán de país y se celebrarán en la ciudad canadiense de Toronto entre el 26 y el 30 de septiembre de 2017.