A Jorge Argul ayer le dejaron solo "por fuerza mayor" ante el peligro en El Molinón, aunque no se aburrió en absoluto gracias a los goles de Jony y Sergio Álvarez y al ambientazo que reinó en el estadio. "Eso sí, estuve al borde del infarto", indicó entre risas. Y es que este abonado rojiblanco no tuvo más remedio que repartir los 90 minutos entre el campo y el móvil, por donde sus amigos le iban informando de lo que ocurría en Sevilla. Al final, todos felices.