Gotas de agua bendecida cayeron sobre los baches de la carretera que une el lugar de Momán, en el municipio lucense de Xermade, y la villa coruñesa de As Pontes, mientras el párroco Luis Ángel Rodríguez Patiño recitaba una oración para que sean eliminados y, así, sus paisanos no sufran las consecuencias. El domingo el sacerdote reunió a sus feligreses para realizar una misa al aire libre en protesta por los baches, catorce de los cuales están señalizados con una cruz y un lazo naranja. "Es el camino al calvario", sostiene este cura.