Inició su carrera como modelo para luego dar el salto a la pantalla tras un breve paso por el mundo de la música, aunque ahora se considera, ante todo, "madre". La polifacética Blanca Romero (Gijón, 1976) estuvo ayer en Avilés para presenciar la última proyección de cortos que participan en la sección oficial del Avilés Acción Film Festival, en el que "actúa" como jurado.
-¿En qué momento se encuentra su carrera?
-El último año lo he dedicado a viajar. Estuve en Nueva York y Costa Rica, y puedo decir que fue un momento muy bueno. Cuando llegas a cierta edad, tienes otras prioridades, cambia mucho tu criterio a la hora de elegir papeles... Pero en septiembre volveré a trabajar.
-¿Qué es lo que le seduce ahora mismo?
-Que tenga relación con Asturias o que sea en un sitio muy lejano. Lo que tengo claro es que no me gusta el punto medio. Tengo un niño de 3 años y ahora mismo no me plantearía mudarme a, por ejemplo, Madrid.
-Por tanto, ¿su próximo trabajo será en Asturias o en tierras lejanas?
-No puedo avanzar mucho, pero es aquí, en Asturias. No interpretaré un personaje protagonista, pero tras leer el guión la idea me convenció.
-¿No le agobia estar mucho tiempo parada?
-Cuando era joven y estaba un tiempo sin trabajar me ponía nerviosa, pero con los años adquieres otro ritmo. Actualmente me encuentro viviendo un cambio de época, entro en los 40 y veo mi futuro desde otra perspectiva.
-¿Le entra el miedo a vivir la famosa crisis de los 40 del que tanto hablan las actrices?
-Todavía me siguen ofreciendo trabajos de chica joven, parece que aún doy el perfil, pero yo casi no me veo para salir en shorts. Creo que hay una sabiduría y una carrera más sólida que eso detrás de mí. Para eso están las "It girls". Yo soy madre soltera con dos hijos, ya no tengo nada de "It girl".
-Su hija sigue sus pasos en el mundo de la moda, ¿dará también el salto a la pantalla como hizo su madre?
-Es una niña muy especial, y se le daría muy bien, pero no la veo exponiéndose tanto como hice yo en su momento. Escribe fenomenal, por lo que creo que le tiraría más hacer algo de guión que ponerse ante la cámara.
