The Spanish Dancer es el título de una película muda que el español Antonio Moreno protagonizó en Hollywood en 1923. Cuando ya era una gran estrella. El tiempo ha sido cruel con el cine silente (extinguido físicamente en muchos casos) y, por ende, con el madrileño de origen y andaluz de adopción Moreno, que llegó a trabajar con Greta Garbo y Gloria Swanson. La cineasta Mar Díaz rescata del olvido en su espléndido documental The spanish dancer a uno de los primeros "latin lover" de la historia.

Hollywood, a comienzos de los años 30. "El sonoro acababa de nacer", relata Díaz a LA NUEVA ESPAÑA, "y los espectadores que no hablaban inglés rechazaban las películas americanas. Hollywood entró en crisis porque perdía un inmenso mercado en América Latina y Europa y se les ocurrió rodar versiones en diferentes idiomas de las películas que se rodaban en inglés. Así utilizaban los mismos decorados y los equipos 'extranjeros' rodaban por la noche y salía muy barato. En un libro titulado 'Una aventura americana' de Álvaro Armero, que hablaba de estos españoles, aparecía la foto de un elegantísimo galán apoyado en un cochazo frente a una enorme mansión. 'Antonio Moreno frente a su casa de Hollywood en 1926', decía el pie de foto".

Al ver esa imagen nació la fascinación por un hombre que "se integró completamente debido, yo creo, a dos razones. La primera y fundamental es que en el cine mudo no importaban los acentos, importaban las caras, como decía Gloria Swanson en "El crepúsculo de los dioses" (con la que, por cierto, trabajó Antonio en 1922). La segunda es que él estuvo allí desde el principio. Antonio comenzó haciendo teatro en Nueva York a comienzos de los años 10. El cine estaba naciendo entonces y Griffith rodaba sus primeros cortos en la Biograph. Antonio entró en el cine actuando a las órdenes de Griffith antes de que existieran los largometrajes, cuando las películas duraban diez minutos (un rollo). A finales de los años 10 se convirtió en un héroe de acción, en una estrella de los seriales, muy populares en la época, que se rodaban en los acantilados de New Jersey. Y cuando un grupo de trabajadores del cine se fue a California y fundó Hollywood, Antonio estaba entre ellos. Fue un auténtico en pionero y no sólo al principio de su carrera, sino a lo largo de toda ella".

Además de su apostura física, "era muy buen actor porque tenía formación teatral. Comenzó desde abajo con papeles mínimos en compañías de repertorio que hacían giras por todo el país y trabajó con los actores teatrales más importantes de la época. Terminó haciendo Shakespeare en Broadway, cierto que no como protagonista porque el acento le jugaba malas pasadas, pero ese aprendizaje es fundamental. Él decía que le costó hacerse a la frialdad de la cámara al estar acostumbrado al público en directo, pero está claro que la cámara se enamoró de él. Era muy buen actor porque no era afectado como lo era la gran mayoría con los gestos grandilocuentes típicos del mudo, él era mucho más natural. Pero tengo que decir que su característica más marcada es un innegable carisma. He visto todas las películas que todavía quedan de él, muchas en archivos y en condiciones malas, incompletas, mal conservadas, etcétera, y puedo asegurar que cuando él aparece en el cuadro produce una sensación de asistir a algo especial".

Todo hubiera sido diferente "si la aparición del sonoro le hubiera pillado algo más joven. Desde luego tenía una voz magnífica, bien timbrada y varonil. En cuanto al acento yo creo que era mínimo, casi no se aprecia, llevaba ya muchos años en Estados Unidos, desde los 15. Pero tenía ya 43 años y, personalmente, estaba cansado del papel de galán y buscaba retos interpretativos, quería hacer personajes de malvado, que fueran más complejos aunque eso significara pasar a hacer secundarios".

Al mismo tiempo, la aparición de las dobles versiones "le obligó de alguna manera a participar en ellas: en varias ocasiones él interpretó el mismo papel protagonista en la versión en inglés y en la española y todos los estudios de Hollywood le contrataron para que hiciera sus primeras dobles versiones: su experiencia les daba confianza. Estoy segura de que la calidad inferior de estas películas perjudicó su carrera y, al mismo tiempo, al estar dedicado a ellas se alejó del público americano, desapareció un tiempo de las películas en inglés y recuperar el sitio siempre es difícil en una industria tan competitiva. También coincidió con que quiso hacer realidad su gran sueño: dirigir, pero lo tuvo que llevar a cabo en México y eso le alejó aún más de lo que pasaba en Hollywood en esos momentos: toda una nueva generación de actores con nuevas formas de actuar llegó e hizo cambiar la industria radicalmente.

Según los historiadores, Moreno cayó en el olvido "por la gran tragedia de la desaparición del 90 por ciento del cine mudo. Moreno hizo unas 100 películas mudas y de ellas sólo perviven 22 y de éstas sólo hay 6 editadas en DVD, el resto está en archivos diseminados en varios países. ¿Cómo vamos a conocer a Antonio Moreno?"

Moreno fue "el soltero de oro de Hollywood durante muchos años y siempre dijo que no podría casarse con una flapper, que él sólo podría querer a una mujer más culta que él que le pudiera enseñar ya que él no pudo ir a la universidad y tuvo una infancia pobre en Campo de Gibraltar vendiendo pan por las calles. Al contrario que Valentino y otras estrellas masculinas que decían que querían que sus mujeres les esperaran con la cena preparada en casa, él buscaba a una mujer a la que pudiera admirar y la encontró en Daisy Canfield, una rica heredera de una gran fortuna petrolera, que había aprendido arte en Florencia, que era mayor que él y tenía tres hijos mayorcitos y que se divorció para casarse con Antonio en 1923. Vivieron unos años de felicidad en la mansión que aparecía en la foto que me fascinó al principio de esta historia, sus fiestas eran las mejores de Hollywood con invitados de la jet set californiana y las estrellas de cine de la época hasta que él se fue a México a dirigir "Santa" y algo pasó que les hizo separarse por un tiempo. En 1933 la tragedia les alcanzó porque Daisy murió en un accidente de coche en Mulholland Drive. No habían llegado a divorciarse, Antonio tardó mucho en recuperarse y nunca se volvió a casar".

Entre el año 1923 y 1927 "fue el gran galán romántico de la meca del cine: fue pareja de Gloria Swanson, Marion Davies? Cuando Greta Garbo llegó desde Suecia y la Metro Goldwyn quería convertirla en una estrella le dio el papel de 'The Temptress' junto a Antonio porque él era el que llevaba a los espectadores a los cines. Y en 1927 fue el primer chico IT junto a Clara Bow en la película titulada así: "It", un término inventado por la escritora Elinor Glynn para ellos. Ese fue su momento cumbre".

A diferencia de otras estrellas de la época no sucumbió ni al alcohol, ni a las drogas ni a la locura del star system: "Eso es asombroso, por eso creo que era un hombre admirable, con una fuerza de voluntad tremenda y una capacidad de esfuerzo brutal. Un hombre capaz de llegar a cumplir el sueño americano desde las calles de Algeciras con una elegancia espectacular. Supongo que una peripecia tan profunda le amuebló bien la cabeza y no he encontrado el más mínimo desliz en su vida. En algunas fuentes no documentadas se dice que era homosexual pero no he encontrada nada que apoye esa teoría y sus agendas de los años 40 y 50 estaban llenas de citas con mujeres. Creo que fue muy inteligente y que supo llenar su vida y su carrera con gran dignidad".

Cuando visionaba sus películas "cada vez que le veía aparecer el corazón me daba un salto. Puedo resultar cursi, ya lo sé, pero es así. Es lo que tiene obsesionarse con alguien? Me he planteado muchas veces qué le hubiera preguntado de haber podido y creo que tendría una lista tan enorme de preguntas que primero le habría pedido mucho, mucho tiempo para estar con él y disfrutar de sus historias. Fue testigo y participante de toda la historia del cine, desde 1912 hasta 1959, trabajó con los mejores, él estuvo ahí y nadie lo sabe?. Me aturullo sólo de pensarlo".