-Meca, Soraya, sales en el "Interviú".

-Ya, ya. Estoy al tanto.

La quiosquera habitual de Soraya Álvarez no era la única sorprendida en la mañana del pasado lunes cuando esta joven de El Entrego acudió a comprar la revista. A la propia protagonista le costaba reconocerse en la portada: "Me veo rara. Soy muy vergonzosa y me da cosa verme en las fotos y en los vídeos de las competiciones a las que voy, pero no me arrepiento para nada; me han llegado muchísimos mensajes de felicitación de amigos y gente que conozco".

Álvarez es una de las estrellas nacionales de bikini fitness, una competición en auge que cada vez gana más adeptas. Una hora diaria de gimnasio, media de ejercicio aeróbico y una dieta estricta a base de pechuga de pollo, merluza, avena y claras de huevo son las claves para tener un "cuerpo diez". La joven entreguina, de 29 años, lleva esculpiendo el suyo desde hace dos. El 1,75 de estatura y la melena rubia venían de serie.

"Todo empezó cuando acompañaba a mi anterior pareja a los concursos en los que él participaba. Me llamó la atención la modalidad de bikini fitness y decidí probar", relata Álvarez, que en su breve trayectoria ya acumula dos terceros puestos en el Campeonato de España (2014 y 2015) y una participación en el Europeo. "Voy a contracorriente de la 'operación bikini'. Ahora estoy en una fase de ganar peso para después volver a bajar para la competición. Me puedo permitir una comida libre a la semana, que suele ser un cachopo, helado o chocolate", explica con humor.

El fitness se ha convertido en una "forma de vida" para Álvarez, una "supermujer" que estira las horas para poder dedicar tiempo a su pasión. Trabaja en una tienda de ropa de un centro comercial de El Entrego y ejerce como monitora deportiva a través de internet y de forma presencial. Además, los fines de semana es camarera en un pub de Gijón.

La propuesta de "Interviú" llegó por correo electrónico: "Al principio no me lo creí, pensé que era una broma. Incluso me puse en contacto con ellos para avisarles de que había alguien suplantando su e-mail". La joven meditó su respuesta. "Me daba vergüenza, ni siquiera hago topless en la playa, pero al final me lancé", explica esta entreguina, para añadir a continuación: "Hay gente que me dice que me ve muy musculada y otros opinan que estoy estupenda. No sé, es cuestión de gustos; lo importante es que uno esté a gusto consigo mismo".

Para Soraya Álvarez los sacrificios previos a la competición "merecen la pena". "No se trata sólo de sentirte bien físicamente, sino de un tema de superación personal, de llegar cada vez más lejos". Su sueño es participar en más concursos internacionales y entrar en la Liga profesional de bikini fitness, algo que no sale barato. "Tengo una marca de suplementos alimentarios que me patrocina. Es un mundillo caro; un bikini puede salirte por 500 euros y a eso hay que añadir zapatos, pulseras y maquillaje".

En unos días toca empezar a bajar peso y prepararse para competir en septiembre. Mientras tanto, el cachopo y los helados de chocolate deberán esperar.