El mayor espectáculo del mundo se dio ayer cita en el colegio público Laviada. El eslogan que pronunciaban, a bombo y platillo, los maestros circenses advirtiendo a los lugareños de su llegada a pueblos y ciudades de los cinco continentes resonó en el centro ante el debut "bajo la carpa" de los alumnos de tres años, de primero de infantil, como finalización y puesta en práctica de un proyecto educativo en el que profundizaron sobre este espectáculo.

Fue un circo madrugador, multitudinario y el único en Gijón con "fieras", aunque fueran simulados, tras la prohibición del pleno municipal de que el concejo albergue espectáculos que incluyan animales vivos. No eran las diez de la mañana cuando, rodeados de sus familias y el resto de curso de infantil, los 58 artistas del "Gran Circo Laviada" salieron a pista mientras sonaba una melodía puramente de espectáculo. Salieron los domadores acompañados de sus fieras. Tras ellos los magos, forzudos, equilibristas y payasos mientras los presentaba un padre de alumno, Juan Bianchetti, que por su apellido italiano bien podría ser jefe de pista en el circo monegasco de Montecarlo. Bianchetti amenizó la representación y tras ella les regaló una actuación de malabares con palos chinos, aros, clavas y diábolo.

Tras el saludo de todos los integrantes de la compañía circense llegó el "número más peligroso". Los domadores exhibieron a sus leones que primero se revolcaron por el suelo y luego atravesaron los aros de fuego, simulado con unos papelillos rojos y amarillos. A continuación llegó el misterio con un nutrido grupo de magos que tras el abracadabra del que fue cómplice todo el público lograron hacer "aparecer" un saltamontes. Tras ello un grupo de guapas equilibristas con tutú, que sostenían un paraguas, desafiaron al vértigo deslizándose sobre una cuerda extendida en el suelo. Los payasos intentaron sin éxito demostrar sus destrezas, y no fallaron provocando las risas. Los forzudos cerraron el show con el levantamiento de pesas de más de 500 kilos. Con una gran ovación llegó el final.