Una monja demoniaca, la lluviosa Inglaterra de 1977 y mantener la atención en los protagonistas convirtieron "Expediente Warren: el caso de Enfield" en una película "más complicada" que su predecesora, según el director James Wan. Para el cineasta nacido en Malasia, que muchos consideran que ha reinventado el cine de terror tras dirigir cintas como "Saw" e "Insidious", este largometraje se convirtió en un soplo de aire fresco tras "Fast & Furious 7". "El hecho de que esté basada en Inglaterra le da un estilo diferente. La primera película fue mucho más simple, ésta es más complicada ya que hubo que incluir lluvia", subrayó el director de 39 años.