Lee Radziwill (3 de marzo de 1933) lleva a sus espaldas 83 años de glamour, fiestas de alta sociedad y todas esas cosas que dan una vida de privilegios desde el mismo momento de su nacimiento. Lo hizo en Southampton (Nueva York) cuatro años después que su hermana, Jacqueline Kennedy Onassis, que fue desde 1961 a 1963 primera dama de los Estados Unidos y desde su llegada al mundo se convirtió en el cisne de la casa.

Lee, cuyo nombre completo es Caroline Lee Bouvier Canfield Radziwill Ross, reconoce ahora en una entrevista con una publicación americana la insoportable presión que sentía cuando fue cuñada del presidente de los Estados Unidos, hasta el punto de sentirse "aliviada" cuando le asesinaron en Dallas.

Aquel día ella estaba en Londres con su segundo marido, el príncipe polaco Stas Radziwill, primo de la Reina Sofía, con el que llevaba una vida de ensueño en una casa a dos calles del palacio de Buckingham y en una mansión campestre de Oxford. Lloró amargamente, pero se liberó de un lastre que le impedía muchas veces vivir a su manera.

Aquel patito feo que llegó a disputarle a su hermanísima el amor de Aristóteles Onassis, con el que Jackie se casó tras quedarse viuda, cuenta en su libro "Lee", publicado en 2015, la azarosa relación de celos y cariño que mantuvo con la primogénita de exquisitos modales, a la que de niña envidió por ser la preferida de su padre, el financiero de la bolsa de Nueva York y célebre hombre de sociedad John Vernou "Black Jack" Bouvier III.

Lee relata también que en 1961, durante una visita a Buckingham, Felipe de Edimburgo le dijo: "Tú eres como yo, tienes que caminar tres pasos por detrás". Y así fue un poco su vida mientras Jacqueline estuvo viva. En realidad, aún hoy le cuesta hablar de ella. Lee vivió a la sombra de una de las mujeres más admiradas del mundo, sin saber que ella misma era digna de llevarse todos los elogios. Si Jacqueline era el retrato del padre, Lee se parecía más a su madre, Janet Norton Lee, que tras divorciarse de Black Jack se casó con Hugh Dudley Auchincloss, padrastro de Gore Vidal, que era hijo de Nina, su segunda mujer.

Lee se adelantó a Jackie al casarse con Cass Canfield, probable hijo de Jorge de Kent, hijo menor de Jorge V del Reino Unido, y Kiki Preston. Luego llegarían Radziwill y Herbert Ross, director de "Pennies from heaven".

El 7 de agosto de 1963 Jackie dio a luz a Patrick, que vivió 39 horas y está enterrado en Arlington junto a sus padres. Lee pidió a Onassis que invitara a su hermana al yate "Cristina" para animarse. El presidente se opuso al viaje. Jacqueline, quizá un poco cansada del comportamiento de su marido, le llevó la contraria.

La primera dama regresó a Washington con una gargantilla de diamantes y rubíes. A Lee le correspondió una pulsera. Ambas competían por la ropa y las joyas. Nada les gustaba más que visitar los talleres de alta costura. En América las vestía Oleg Cassini; en Europa Dior y Gucci llenaban bastantes espacios en sus grandiosos armarios.

Con Stanislaw Albrecht Radziwill Lee tuvo dos hijos: Anthony, fallecido de cáncer el 10 de agosto de 1999, menos de un mes después que su primo John, y Anna Christina.

En los años 60 trabajó en varias películas como actriz. Se la considera una de las mujeres más elegantes del mundo, protagonista de una realidad que excede cualquier guión.