La banda británica "Muse" tomó el escenario principal del Festival Internacional de Benicàssim con un público extasiado que acudió en masa a unirse en comunión para salir victoriosos y devolver al FIB el esplendor perdido en los últimos años, superando los 40.000 asistentes.

Con un repertorio en el que no hubo tregua, Matt Bellamy, Christopher Wolstenholme y Dominic Howard salieron al escenario principal con cuatro canciones seguidas contundentes como puños: "Psycho, "Plug in Baby" e "Interlude" junto a "Hysteria". Los ingleses continuaron con "Bliss", uno de los temas con la letra más esperanzadora de la banda que reclama "toda la paz y el amor que hay en tu mente".

La sesión de "hits" revolucionó por completo al público que llenaba hasta el último rincón del escenario Las Palmas, el cual hacía años que no registraba tal afluencia.

Cantando y grabando cada tema con los teléfonos móviles, ante el público han ido sonando "Isolated System", "The Handler" o "Supermassive Black Hole", así como "Drones", de su homónimo último trabajo, en el que la banda reflexiona sobre el abuso de la tecnología en cuestiones de seguridad.

Sin embargo, la actuación -cuya duración prevista era de dos horas- contó con un contratiempo que impidió los bises, ya que al lanzar confetis de papel hacia el público el viento los devolvió hacia el escenario.

Las tiras de papel formaron una maraña entre los focos y los instrumentos y quedaron colgadas de la torre derecha de la pantalla.

Entre cientos de tiras de papel sonó "Knights of Cydonia", clamando que luchemos "por nuestros derechos y por sobrevivir" porque "cómo podemos ganar cuando los locos pueden ser reyes". Así pues, el FIB cerró esta edición con la asistencia de casi 170.000 espectadores, más de la mitad extranjeros, y tras haber dejado cincuenta millones de impacto económico. Así lo anunció la organización en una rueda de prensa del director, Melvin Benn.