Una versión de "El barbero de Sevilla" inspirada en el cine mudo de Hollywood ha cosechado un récord de recaudación para la Ópera de Roma.

Los 182.000 euros recaudados el lunes en su reestreno en las Termas de Caracalla convierten esta "cinematográfica" versión en la representación con más éxito de público desde que hace quince años comenzaron las temporadas estivales de la Ópera romana.

El escenario fueron las Termas romanas de Caracalla, los restos de los fastuosos baños conocidos originalmente como las Termas Antoninas, construidas entre los años 212 y 217.

Se trata en realidad de una reposición, puesto que esta versión de la obra de Gioachino Rossini tuvo su estreno hace dos años y vuelve precisamente por el éxito que obtuvo en su presentación.

La versión hollywoodiense de "El barbero de Sevilla" está dirigida esta vez por el franco-canadiense Yves Abel -titular desde 2015 de la Nordwestdeutsche Philharmonie- y la versión escenográfica la firma el neoyorquino Lorenzo Mariani.

Éste afirmó, según la Ópera de Roma, que, como dijo Charles Chaplin, "un día sin risa es un día desperdiciado", y así explicó el recurso al espectáculo al más puro estilo estadounidense para devolver a Roma uno de los títulos más representados de la lírica.

Las letras del monte Lee en las que se lee "Hollywood" ahora están dispuestas en la versión de Mariani justo delante de las ruinas de Caracalla.

Delante, una jaula tamaño XXL encierra como a un pajarillo a Rosina, que interpreta Teresa Iervolino; un enorme anuncio de barbería llega a ocupar casi todo el centro del escenario y un gran piano de cola sirve de pista de claqué para los artistas.

A la historia de amor que cuenta Rossini en su "barbero" dan vida además en esta ocasión Giorgio Misseri (como el conde de Almaviva), Paolo Bordogna (don Bartolo) y Mario Cassi (Fígaro).

"El barbero de Sevilla" triunfa este verano en Roma, pues no sólo se representa la versión de las Termas de Caracalla, sino que desde hace unos días un camión recorre la periferia de la capital ofreciendo un montaje abreviado, también de la Ópera de Roma. El sábado pasado un vehículo ambulante llevó a uno de los barrios de la muy a menudo ignorada periferia romana, el barrio de Tor Pignattara, una representación abreviada, gratuita, y a la que los vecinos se podían llevar sus propias sillas para disfrutar de la representación al aire libre.

La experiencia se repite durante este mes de julio en otras tres ocasiones.