La centenaria langosta "Larry", que logró salvarse de acabar cocinada en la olla de un popular restaurante de Sunrise, al norte de Miami, no logró llegar con vida al acuario de Maine que le había ofrecido refugio y "estiró la pinza" durante el largo viaje. El crustáceo, de 110 años y casi 7 kilos de peso, no sobrevivió al largo viaje desde Sunrise hasta el Maine State Aquarium, donde iban a decidir si liberar a "Larry" en el mar o darle refugio en el acuario para su exhibición. Todo comenzó la semana pasada, cuando un grupo en defensa de los animales pagó 300 dólares a Joe Melluso, propietario del restaurante Tin Fish de Sunrise, para evitar que la preciada carne de "Larry" terminara en el plato.