Lara Álvarez (Gijón) vive un momento profesional muy dulce tras conducir "Supervivientes" 2016 en Tele 5, que fue un éxito. Una temporada que remata de manera feliz, puesto que el viernes dará el pregón de la Semana Grande de Gijón. Y al día siguiente lo hará en la fiesta del Descenso del Sella. En vísperas de tanto acontecimiento cuenta sus sensaciones a LA NUEVA ESPAÑA y repasa sus momentos vitales y profesionales. Dice que la experiencia en "Supervivientes" ha sido muy positiva. Sin nombrar su reciente relación rota con Fernando Alonso, contesta que se "encuentra en un momento zen, feliz y soltera. No hay doble fondo", sentencia. Pero, sobre todo, recuerda su vida en Gijón: "Leer el pregón es una alegría, el mayor reconocimiento a mi trabajo", dice. Y añade que a la fiesta de las Piraguas la enganchó su abuela, que era "sellera a muerte". También desvela su pasión por las fiestas de prau: "Las dos favoritas son, de hecho, el Sella y el Carmín", aunque también se acuerda de "los pases de tarde" en el Oasis de Gijón, alguna fiesta en El Jardín y el recorrido por los bares del barrio de La Arena.
-¿Qué se siente siendo pregonera en casa?
-Cuando me lo dijeron venía de "Supervivientes". Es el mejor reconocimiento a mi trabajo. Un día muy feliz. Me acordé de mi familia, de mi abuela, mis padres... feliz, feliz, feliz.
-Sin destripar, diga cuatro claves del pregón.
-Al final es hablar de mi tierra, de mi gente, de mis raíces, inevitablemente lo llevo a mi vida. Gijón marca las épocas más felices de mis recuerdos. Mi familia vive allí y todo lo que quiero está asociado con Gijón.
-Muy biográfico.
-Gijón para los gijoneses tiene rincones, momentos, restaurantes o plazas que todos identifican. No va a hacer falta que yo explique qué es el Lavaderu. Por eso me presta, porque son cosas que todos vamos a entender sin importar la generación.
-¿Cómo recuerda la Semana Grande?
-Con mucho cariño. Iba con mis padres, acababa con la barriga muy llena; los paseos, los puestos, los tenderetes, disfrutando de los fuegos, disfrutando de Gijón, son infinitos los recuerdos.
-¿Y acostumbra a revivir sus lugares favoritos?
-Siempre lo hago. Cuando llegué de "Supervivientes" lo primero que hice fue eso, irme con mi familia, con "Choco", que es mi perro.
-Ya, muy célebre "Choco".
-(Risas). Y estuve haciendo recorridos habituales con mis padres, mi hermano... somos una familia muy unida. También estuvimos en unas fiestas de prau por Llanes, disfrutando.
-Y al día siguiente, pregonera en el Sella.
-El Sella me lo contagió mi abuela, era una superaficionada. Iba todos los años y a partir de ahí nos enganchamos toda la familia. No lo hice en plan competición, pero bajé el Sella con mi familia y con amigos. De hecho, las fiestas que más recuerdo de juventud son el Sella y el Carmín. Lo he disfrutado, pero la "sellera a muerte" era mi abuela.
-¿Improvisará algo tras los versos de Dionisio de la Huerta?
-Yo, lo que me dejen, me gusta poner el sello personal en lo que me toca hacer. Y encima en la tierrina, soy de ahí y ojalá transmita el cariño.
-¿La fiesta de prau por encima de todo?
-Me encantan, lo mejor. Ya tengo 30 años y si me preguntan cuál es la fiesta o discoteca donde más disfruté siempre digo que como las fiestas de prau no hay nada. Es que fuera no lo entienden, no han vivido la orquesta, los culetes, la tortilla, los pinchos, el bollu...
-¿Y discoteca?
-Asidua al Oasis en sesión de tarde y alguna fiesta que coincidía en El Jardín; menos del Tik porque en mis tiempos ya estaba cerrado, y, claro, todos los bares del barrio de La Arena.
-Cambio de tercio, ¿está preparando algo nuevo para televisión?
-No, teníamos que cerrar la temporada tras tres meses en Honduras, pero de momento el proyecto es lo que la cadena crea oportuno. Yo estoy a su disposición. No puedo estar más satisfecha con todo lo que me ha dado, tengo una fe ciega.
-¿En "Supervivientes" los concursantes lo pasan tan mal como se hace ver en la tele?
-Y peor de lo que se ve. Es diferente a todo lo que imaginas. Como estás en una isla pierdes la noción, ves que los concursantes lo pasan mal, se les somete a pruebas muy duras y mentalmente también es muy duro. Sí, lo pasan peor de lo que se ve. Es complicado que te pidan un trozo de pollo y que tengas que decir no, las primeras veces te vas mal para el hotel.
-¿Qué concursante lo pasó peor?
-Sería injusto citar a uno, cada cual ha tenido su sufrimiento.
-¿Qué le gustaría hacer en televisión tras esta experiencia?
-Por las cosas que me han ido llegando no pondré límites a nada. Empecé en deportes y me sentí muy cómoda en "Marca" y en La Sexta, hice el Mundial de motos. Luego me pasé al entretenimiento y de repente me siento muy cómoda. Daré los pasos que tenga que dar y los que me sugieran quienes confían en mí.
-Una pregunta de esas "faranduleras" que han explotado en las redes sociales, ¿eso de que canta "Perdóname" de Ricky Martin...?
-¡No sabes lo que me alegro de que me hagas esa pregunta! Ya lo he visto...
-Parece que se hace una lectura de su reciente pasado sentimental.
-Lo estaba hablando ahora mismo (por ayer) con una amiga; voy a subir una de los "Pitufos makineros" sólo por probar qué pasa. La verdad es que toco cuatro notas. Fue con una guitarra que me regalaron en Honduras.
-Una original guitarra de color rosa.
-Sí, sí, ya digo que fue un regalo del equipo en Honduras. Me lo hicieron cuando cumplí años el pasado 29 de mayo. Nunca había visto una de color rosa, pero le tengo mucho cariño.
-Dijo semanas atrás que estaba en estado zen, ¿qué quiso decir?
-Momento zen, eso es. Pues es que estoy soltera, feliz y centrada en mi carrera. Ahora bien, que cada uno lo lleve a donde quiera. Pero lo que digo es lo que hay. No hay doble fondo. Estoy feliz, zen, soltera, sin problemas.
