Pudo ser un guaperas más de Hollywood, pero su pasión por el séptimo arte le llevó a todos los frentes posibles. Actor de leyenda, realizador de prestigio e impulsor del cine independiente, Redford cumple el jueves 80 años enfrascado en nuevos proyectos delante y detrás de las cámaras. No importan la edad ni las arrugas, porque Redford conserva el aura de las grandes estrellas. "Durante la mayor parte de mi vida he intentado no encasillarme. Hubo un tiempo en el que realmente tuve una época dura cuando empecé a actuar en películas y de repente todo giraba en torno a mi apariencia. Me convertí en actor porque me sentí atraído por el oficio en el teatro de Nueva York, así que no estaba preparado para entrar en el cine y de repente ser juzgado por mi físico", dijo aprovechando la presentación de "Pedro y el dragón Elliot", de David Lowery, con el que trabajará también en un largometraje titulado "The old man and the gun".