Las calles de la localidad portuguesa de Pinhel se convirtieron este fin de semana en una atracción de agua por la que, en vez de coches, sólo circulan bañistas que deslizan con flotadores. Según Rui Ventura, alcalde de Pinhel, municipio limítrofe con la provincia de Salamanca, se trata de un "water slide" ("atracción de agua") que se ha instalado por el casco histórico de esta localidad y por la que se deslizan sus habitantes. "Es el mayor 'water slide' de Europa y han venido a divertirse miles de personas, sobre todo jóvenes", explicó.

Esta localidad también celebrará una original carrera popular el próximo día 24 denominada "Run Color", en la que los participantes tendrán que pintarse entre ellos con todo tipo pinturas a la vez que corren.