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FEDE ÁLVAREZ | Director de origen asturiano

"Sería un sueño rodar en Asturias, es un lugar muy cinematográfico"

"Mi abuelo de Coaña me influenció con su espíritu emprendedor, el remangarse y sacar adelante cosas que parecen locas"

Fede Álvarez y Phoenix Connolly, en el rodaje de "Posesión infernal".

Stephen King, el rey del terror, ha sido bien claro en Twitter: id a ver "No respires". Es la película del momento en Estados Unidos (casi treinta millones de dólares de recaudación en pocos días) y pone a su director en primera línea de Hollywood. Se llama Fede Álvarez, nació en Montevideo en 1978 y, como adelantó en exclusiva LA NUEVA ESPAÑA, sus raíces son asturianas: Las Mestas, Coaña. Allí veraneó de niño con su padre, Luciano, y sus hermanos, allí aprendió muchas lecciones vitales de su abuelo. En plena vorágine de promoción, Alvarez sacó tiempo para atender a este diario.

-Asturias, primer plano.

-Asturias siempre es un buen recuerdo. Y sin duda me marcó muchísimo mi abuelo. En lo que más me influenció en mi carrera fue en el espíritu emprendedor, el remangarse y sacar adelante cosas que puede parecer locas o imposibles y demostrarle a la gente que se pueden hacer. Mi abuelo se dedicó por mucho tiempo a comprar bares que se estaban hundiendo, y los sacaba adelante a base de buen trabajo. Yo creo que esa mentalidad es fundamental. Nunca esperar a que alguien venga y te regale algo. Él decía siempre: "En la vida mira que nadie te regala nada". Y creo que tiene razón. Me acuerdo de mi hermano cayéndose en el tanque donde se lavaba la ropa. De pasear en el tractor con mi tío. De darles de comer a las vacas, y, sobre todo, ¡de ayudar a mi abuelo a recoger naranjas! Y dormir tapado hasta el cuello con dos pares de medias.

-¿Cómo fue su viaje de regreso a Las Mestas hace unos años?

-Me sorprende siempre la belleza de ese lugar. Me dieron ganas de comprar la casa donde nació mi abuelo y tenerla como un lugar de retiro espiritual para alejarse de todo.

-Me ha dicho su padre que para él sería un sueño verle rodar en Asturias?

-Para mí también. Es un lugar muy cinematográfico y con el que tengo ataduras emocionales muy fuertes. Me dio un poco de pena que la zona había sido afectada ambientalmente por una papelera grande instalada allí cerca.

-¿Cuáles son sus primeros recuerdos del cine?

-Vienen por parte de mi padre seguro. ¡Me mostraba más películas que dibujos animados! "Moby Dick", de John Huston, "Scaramouche", "El jovencito Frankenstein"... Ésas son las que miraba todo el tiempo de muy chico.

-¿Cuándo decidió que eso era lo que quería ser?

-Nunca. Simplemente lo empecé a hacer desde muy pequeño, y nunca dejé de hacerlo. Desde Uruguay es muy difícil pensar que uno va a ser director de cine, sobre todo cuando yo era adolescente, era lo equivalente a decir "quiero ser astronauta". No era una opción real.

-¿Siempre tuvo claro que el terror era su destino?

-Nunca pensé mucho en géneros. Dejo que la historia decida de qué género es por si sola. Yo cuento el cuento y después la gente decide qué es, si es gracioso o da miedo. Depende de la audiencia.

-"Ataque de pánico", cinco minutos por 300 dólares que dejaron al mundo con la boca abierta. ¿Por qué apostó por algo que podía parecer una locura visto desde fuera?

-Siempre fui un inconsciente cuando se trata de pensar proyectos. Simplemente iba detrás de lo que siento que tengo que hacer, sin pensar mucho cuánto difícil es. La verdad que soy un poco terco en ese sentido...

-¿Recuerda cómo fue la llamada del cineasta Sam Raimi?

-Vio el corto, y me llamó. Charlamos como una hora, hablando de cine, de directores, de compositores... Muy informal, pero muy divertido. Sólo para ver si estábamos de acuerdo en tema de gustos... ¡Y lo estábamos!

-Se ha estrenado ahora "Nunca apagues la luz", que surgió de otro corto muy visto en internet. ¿Es Youtube una cantera para Hollywood o no es para tanto?

-Yo creo que lo es, sí. Igual que lo solían ser exclusivamente los festivales de cine. Ahora se extendió esa cancha a internet también. Es sólo un lugar más para mostrar lo que uno hace.

-Su revisión de "Posesión infernal" gustó a los fans del original y a la crítica más exigente. ¿Cómo fue la colaboración con Raimi?

-Raimi tiene mucha experiencia con el género, así que fue de gran ayuda a la hora de dar consejos sobre la historia que íbamos a contar. A la hora de filmar él me deja solo, y vuelve recién a la hora de editar, donde también puede dar buenos consejos como buen productor que es.

-¿Le dio algún ataque de pánico antes o durante o después?

-Nunca, por suerte. Me tomo las cosas con mucha calma en general.

-¿Qué debe tener una película de terror para que le atraiga el proyecto?

-No lo sé. Yo creo que tiene que tener una buena historia detrás. Los sustos y el suspenso tienen que estar basados en cimientos sólidos, y eso es la historia, sin historia colapsa todo.

-Se acusa al terror actual de abusar a veces de la música como motor del miedo y de recargar las tintas en las vísceras más que en la creación de atmósferas, de dar más sustos que verdadero miedo? ¿Comparte esas visiones negativas?

-Creo que el objetivo de algunas pelis de terror es simplemente asustar, y hacen lo que sea para lograrlo. Yo creo que si uno logra asustar con pocos recursos, y economizando las herramientas a disposición, puede crear algo más longevo, algo de lo que no te olvides cuando sales.

-¿Le tienta algún otro género cinematográfico?

-Todos, creo. Menos las comedias, que creo que no sabría cómo hacerlas.

-¿Le gusta tener un estilo definido o prefiere pillar por sorpresa?

-¡Pillar por sorpresa!

-"From dusk till dawn", ¿cómo ha sido la experiencia televisiva con Robert Rodríguez?

-¡Interesante! Se filma muy rápido y no hay mucho lugar para cambiar el guión o el plan establecido. Pero es una cancha interesante para ejercitar los músculos técnicos.

-¿Le llegan muchos proyectos? ¿Ha rechazado alguno por absurdo o porque no encaje con sus preferencias?

-Desde que trabajo aquí (hace siete años casi) recibo un guión por semana aproximadamente, y sólo he hecho dos películas. Así que imagínese que digo que no a muchas cosas. A veces porque son malas, a veces porque no me interesa el tema o a veces porque son películas demasiado grandes, donde siento que en Hollywood uno se puede perder fácilmente dentro de esas películas de estudio gigantescas. Por eso las escapo un poco. Proyectos aparecen y se caen cada tanto, pero es lo que se espera en esta industria. Si se caen por algo es, así que no hay que lamentarlo.

-¿Tuvo problemas con el idioma al ir a Hollywood?

-Para nada. Había estudiado en Amsterdam en 2005 un máster en guión cinematográfico y pude desarrollar un buen inglés en esos tiempos.

-Cineastas como Campanella (también de origen asturiano) o Cuarón o Iñárritu o Del Toro alternan proyectos en sus países con su trabajo en Hollywood, ¿se ve también en esa doble actuación?

-Me encantaría tener tiempo para eso, pero por ahora no lo he encontrado. Ya lo encontraremos.

-¿Qué aprendió a marchas forzadas al llegar a Hollywood?

-¡Demasiadas cosas para listar aquí! Pero este fin de semana de estreno que pasó aprendí que ser fiel a uno mismo y apostar a nuestras propias historias siempre trae mayores réditos.

-¿Es el mundo del cine en EE UU una historia de terror, una comedia absurda, un melodrama desatado?

-Varía para cada uno de los que trabajamos aquí. Para mí por ahora ha sido una especie de fábula surrealista.

-¿Con qué actor o actriz firmaría filmar a ciegas?

-Ninguno. Tiene que ser el actor correcto para el personaje correcto. Hay muchos con los que me gustaría trabajar, pero tiene que ir acompañado del personaje adecuado.

-¿Me aconseja ver sus primeros cortos, "El último Alevare" o "Los pocillos"?

-¡Por supuesto! No son obras maestras en lo mas mínimo, pero estoy orgulloso de todas.

-¿Cómo surgió la idea de "No respires?

-Queríamos contar la historia de unos ladronzuelos que roban a la persona equivocada. De esa raíz surge la mayoría de la trama. Pero lo más importante, queríamos contar una historia de puro suspenso.

-¿Tuvo algún modelo en mente al desarrollarla?

-Ninguno en particular. Pero pensamos mucho en pelis de Hitchcock como referencia. "Psicosis" puede ser una de ellas.

-¿Le ha tenido que parar los pies a algún ejecutivo?

-¡Todos los días!

-¿El mejor consejo que le han dado para sobrevivir en esta profesión?

-No tomar decisiones basadas en el dinero.

-¿Los rodajes son una posesión infernal o disfruta con ellos?

-¡Depende el día de la semana!

-Viajemos al futuro. Le dan un "Oscar." ¿Tiene claro a quién se lo agradecería en primer lugar?

-No creo que mi carrera se dirija a los "Oscar". Pero si pasara, yo creo que hay que agradecer siempre a la familia, que a uno le dio la educación y la crianza que lo convierten en quien es.

-Hay miles de aspirantes a cineastas que le envidian. Deles un consejo.

-El único consejo que puedo dar es que, si se quiere ser cineasta, hay que filmar, y hoy en día con un teléfono y una PC se pueden hacer muchas cosas. Y no hay que esperar que nadie le de una oportunidad. La actitud no debe ser "Quién me va a permitir filmar", en cambio, debe ser "Quién cree que puede detenerme".

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