Ni el septiembre más caluroso en décadas fue suficiente para descongelar la sexta edición del festival musical Dcode, celebrado el pasado sábado en la Ciudad Universitaria de Madrid, que desde el anuncio de su cartel no consiguió entusiasmar como en años anteriores. Eso sí, las actuaciones de "Love of Lesbian" y Enrique Bunbury no defraudaron.

El zaragozano Bunbury hizo flotar a más de 16.000 personas que disfrutaron la celebración de sus 30 años de carrera, en los que no dudó en incluir por primera vez los éxitos de su etapa con "Héroes del Silencio". El artista fue el rey de la noche y lo dio todo ante una audiencia que, no siendo enteramente suya, difícilmente podía sustraerse a temas injertados en el ADN musical español. En su actuación compartieron protagonismo relativas rarezas (como "Puta desagradecida", del disco que grabó junto a Nacho Vegas) y grandes éxitos en solitario (la cantinera "Que tengas suertecita", la tanguera "Infinito" o la circense "Si"). Y, así, brazos en alto se izaron los vasos al ritmo de "El espíritu del vino", pero también se despuntaron miles de dedos al cielo con "Avalancha" o "Maldito duende".

Con la sideral "Lady blue" llegó el broche de su concierto, pero no el de este Dcode al que aún le quedaban por delante muchas horas y actuaciones.

La cantante sueca Zara Larsson, con sólo dos temas de relativo éxito ("Lush life" y "Uncover"), no consiguió ilusionar con su espectáculo de pop con bailarinas.

"Eagles of Death Metal" (EODM), supervivientes del ataque terrorista a la sala Bataclan de París el 13-N, solventaron la hora de su concierto (las siete de la tarde) y los problemas del vocalista con un micrófono que no quería funcionar. Con ellos, que actuaban a la vez que la mexicana Carla Morrison, ganadora de dos premios "Grammy Latino" y relegada al escenario pequeño, se vistió de largo esta edición, que había arrancado a media mañana.

La organización prometía dieciocho horas de música para aquellos temerarios que aguantaran desde ese primer momento, a más de 30 grados al sol, con picos infernales en la sobremesa para poder disfrutar de M. Ward.

No obstante, el calor de verdad comenzó, ya en horario nocturno, con los catalanes "Love of Lesbian", que pusieron en órbita una pequeña parte de su "Poeta Halley", último disco de la banda catalana, y una gran cantidad de éxitos, de "1999", junto con la imprescindible "Club de fans de John Boy".

"¡Un saludo a 'Supersubmarina', que sabemos que se están recuperando!", gritó en la despedida Santi Balmes, en recuerdo del grupo de Úbeda, protagonistas de la edición de 2015 y víctimas de un grave accidente de tráfico a principios de agosto.

Con 10.000 visitantes menos que el año pasado, el festival Dcode afrontó una de las cifras más bajas de asistencia de su breve historia.