El violinista y musicólogo español afincado en Holanda Javier Lupiáñez ha descubierto la primera obra conocida de Antonio Vivaldi en una biblioteca de la ciudad alemana de Dresde, hallazgo que arroja luz sobre los años del genio italiano como estudiante antes de que se hiciera mundialmente conocido. Todo comenzó en 2014, cuando Lupiáñez preparaba un programa para su grupo basado en piezas sin autor conocido: "Me puse a leer obras del archivo de Dresde, que está digitalizado. Pudimos leer como 72 sonatas anónimas", explicó. En una clase con su profesor, ambos discutieron la posibilidad de que una de las obras fuera de Antonio Vivaldi.

El musicólogo español decidió en ese momento cambiar la tesis de su máster, que preparaba en el Conservatorio de La Haya, en Holanda. Se puso como objetivo investigar si esa sonata y otra del mismo archivo habían sido escritas por el compositor italiano. "Teníamos que comprobar la fuente en sí. La partitura tiene una marca de agua que si se pone a trasluz se ve quién es el fabricante y de dónde viene el papel", indica Lupiáñez. La obra RV 820 venía de la ciudad alemana de Ansbach, donde vivió uno de los profesores de Vivaldi, Giuseppe Torelli. Vivaldi compuso esta obra aproximadamente en el año 1700 -por lo que se trata de su primera pieza conocida-, una época en la que aún era estudiante y tenía unos 23 años.