Si alguien en la historia de la literatura llevó la fantasía al límite, al punto de ser considerado el padre del género de ciencia ficción, ese fue Julio Verne (Nantes 1828 - Amiens 1905), a quien el centro cultural Niemeyer de Avilés rendirá tributo a partir del 4 de noviembre con la apertura de una exposición que, precisamente, se titula "Los límites de la imaginación". Se trata de una muestra que cede la Fundación Telefónica y que tiene como comisarios a María Santoyo y al ovetense Miguel Ángel Delgado (1971), un divulgador empedernido que hace un año recorrió España reivindicando la figura de Nikola Tesla, el físico e ingeniero serbio que tuvo la desgracia de vivir eclipsado por Thomas Edison.

Julio Verne dejó escrito que "todo lo que una persona pueda imaginar, otra podrá hacerlo realidad". Y fue profético: internet, el submarino, viajar a la Luna, los trenes de alta velocidad o los aviones, máquinas y avances tecnológicos imaginados por el escritor francés en el siglo XIX, fueron realidad años o décadas más tarde. Sobre este futuro con tanto acierto imaginado inherente a su obra, y también sobre sus personajes y el mundo que inspiró y que sedujo a cientos de autores posteriores, versa la exposición que acogerá la cúpula del Niemeyer, donde estos días apura su estancia la muestra "Los territorios soñados", del avilesino Carlos Coronas.

"Los límites de la imaginación", con una duración prevista de cinco meses, se estructura en diversas áreas que exploran de forma independiente varias de las temáticas que ocuparon la mente del genio francés. Así, el visitante podrá encontrarse con una selección de sus ediciones originales y con los principales ingredientes de sus aventuras: personajes, transportes, animales e inventos, así como con aspectos de carácter más divulgativo, en los que Verne toma, por ejemplo, la geografía como punto de partida de todas sus novelas. El mundo marino y submarino es otro de los protagonistas de la muestra a través de la novela "20.000 leguas de viaje submarino", donde se repasan los nuevos barcos surgidos en época de Verne así como la posterior construcción del primer submarino por parte de Isaac Peral. Los viajes en globo, la fascinación por la Luna y la posibilidad de, como Julio Verne anticipó, llegar a ella algún día, forman parte también de "Los límites de la imaginación".

Esta nueva exposición del Centro Niemeyer, según los responsables del equipamiento cultural avilesino, "está dirigida a todo tipo de públicos y, especialmente, a familias y público joven, gracias a sus componentes divulgativos y su diseño expositivo altamente cinematográfico".

Si Julio Verne fue capaz de vislumbrar el futuro sin salir de su despacho -su principal fuente de inspiración fueron los libros científicos que leía-, los visitantes de la exposición que Avilés le dedica también podrán echar a volar la imaginación dentro de la siempre sugerente cúpula del Niemeyer.