Un equipo de expertos mongoles y japoneses ha descubierto en el desierto de Gobi (Mongolia) una de las mayores huellas de dinosaurio del mundo, de 106 centímetros de largo y 77 de ancho, que se cree fue dejada por un titanosaurio. La pisada, en la que se puede advertir la forma de la planta y las garras, se encontró en una capa geológica de entre 70 y 90 millones de años de antigüedad.