Juanjo PAYÁ

James Cosmo es uno de los actores relevantes de Braveheart, de Trainspotting, de Troya y de La última legión, entre otras. Un intérprete de Hollywood que confiesa su amor por España al tiempo que se muestra encantado por asistir a convenciones y ferias para encuentros con los fans, como el multitudinario que vivió en la Feria del Cómic y del Videojuego de Alicante. Cosmo es Campbell en "Braveheart" y el lord comandante Jeor Mormont en Juego de tronos. Dos géneros, dos formatos, película y serie de televisión, para dos tiempos distintos en el panorama audiovisual. Y que sirven en cualquier caso para explicar la fascinación que despierta un actor que sigue cautivando a generaciones enteras, la de "Braveheart", cuando se estrenó en los 90, y la de ahora, la de "Juego de tronos", desde 2011.

-¿Cómo ha vivido el fenómeno fan de "Juego de tronos"? Desde dentro... ¿se podía pensar algo como lo que ha ocurrido?

-Yo he estado en las tres primeras temporadas, y recuerdo estar en Los Ángeles después de terminar la primera temporada, y hablando con los creadores, Daniel B. Weiss y David Benioff, les pregunté: "¿Creéis que puede haber una segunda temporada? ¿Qué probabilidad hay de que haya una segunda temporada?"... y ellos me dijeron: "No estamos seguros" (risas). Nadie se imaginaba el éxito de "Juego de tronos". Sabíamos que era un buen trabajo, una buena obra artística, pero HBO podría perfectamente haber decidido que no hubiera una segunda temporada. Y ahora cuando miramos para atrás decimos: "¡Oh, Dios mío!". No ha hecho más que crecer y crecer. Y creo que es porque ocurrió en un momento en el que los medios estaban cambiando y de repente la televisión, que era el hermano pequeño de las películas, empezó a acoger las grandes series. Porque el entretenimiento de larga duración, de 12 o 13 episodios, es mucho mejor para contar determinadas historias que las dos horas de una películas. Y la calidad de los directores, actores, de la producción... era tan alta. En "Juego de tronos" hay tres sets trabajando simultáneamente: Croacia, Marruecos e Islandia, y cada unidad es como si fuese una gran película. Así que la calidad estaba allí, y yo creo que ha sido alucinante. Allí donde voy... Nunca he estado en el Tíbet, pero estoy convencido que si ahora pasase por una calle del Tíbet alguien me señalaría y diría: "Hola, lord comandante" (risas).

-¿Le gustaría volver a "Juego de tronos"?

-¡Estaría interesado! Sí, lo haría. Sé que están hablando de una temporada más pero no puedo imaginarme que acabe "Juego de tronos" como tal... es un conjunto de historias tan amplio... Entonces, si hubiera una precuela, estaría encantado de volver. Pero estoy seguro de que cualquier otro actor que ha trabajado en la serie te diría que estaría encantado de volver. Puedo ver perfectamente que "Juego de tronos" siga con distintas historias.

-En una ocasión dijo que el Trono de Hierro sería para Jon Nieve. ¿Lo mantiene?

-Más que nunca (risas). Pensaba que estaba muerto por un tiempo, pero lo han vuelto a traer. Y creo en ello más que nunca.

-Además de "Juego de tronos", muchos no olvidan su papel de Campbell en "Braveheart", todo un clásico.

-Tienes razón en decir que es una película clásica. Hace nada estaba hablando con unos ilustradores y me dijeron que, es curioso, hay películas y hay "filmes". Y "Braveheart" es un "filme". Y creo que por eso ha tenido una vida tan prolongada a su estreno. Y creo que esto se dio por un par de elementos: el primero es porque no había ordenadores para hacer los efectos especiales; había 3.000 extras, las batallas eran tal y como las puedes ver, y esta realidad es la que ha impulsado a la película. Y por otro lado, porque era un filme en el que mezclaba la lucha por la libertad de William Wallace. Y ésta es una libertad no solamente para Escocia, sino que el punto central de la película, para mí, era el hecho de la libertad individual. Y por eso resuena todavía en las audiencias actuales, y en todos los países más allá de Escocia. Esta apreciación de los derechos individuales creo que es pertinente incluso actualmente, en el que las libertades están bajo asalto constantemente por cambios pequeños... nos convertimos un poco más en autómatas en función de las autoridades. Y por eso "Braveheart" significa mucho para mí.

-¿Viene mucho por España?

-No hablo nada de español (lo repite en castellano), y he venido recientemente. He empezado a venir hace relativamente poco tiempo. A Sevilla, a Pamplona... a Sevilla a la Feria, a Pamplona a los Sanfermines, a los toros, y estoy descubriendo que me gusta mucho España. La cultura española. Es algo que para los británicos es una cosa desconocida, cuando es una historia tan rica y en parte extraordinaria. Y es como si abriese un cofre del tesoro de cosas maravillosas por descubrir.

-Sabemos de su afición a la tauromaquia y que está produciendo un documental sobre el diestro Juan José Padilla.

-Conocí a Juan José hace unos dos años en una conferencia en Madrid. Y por una extraña razón, él no habla inglés y yo tampoco español, coincidimos, enganchamos, encajamos. Él me contó cuándo perdió el ojo, y me pareció un conferenciante maravilloso. Profundo e interesante cuando hablaba. Y nunca había estado en una corrida. Me invitó, he ido a varias. Y tengo que decir que en Pamplona, en concreto, me dedicó un toro. Para mí ha sido un gran honor. Y entonces le propuse o pregunté si quería hacer un documental. Porque en el resto de Europa la gente no comprende cómo de importantes son las corridas de toros. Las ve de forma muy mala. Y quería explorar el hecho, que es una cosa muy integral en la cultura española, y también la actitud que tiene: "Las corridas son malas", dicen. Y yo quiero decir que tener animales en granja, en cajas, y alimentarlos y matarlos llenos de antibióticos es de una crueldad terrible. En cambio, vemos una corrida y decimos: "Es malo". No, no lo es. Y es algo sobre lo que quería hablar. Y le pregunté a Padilla si quería estar en el documental, y sé que voy a tener muy mala prensa... pero estoy en una edad en la que me importa una mierda.