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Coser y cortar para Nuria Espert

Un equipo de mujeres asturianas trabaja desde hace un mes en un garaje de Oviedo en los trajes de la obra "Espectros" con la que se homenajeará a la actriz

Coser y cortar para Nuria Espert

En un garaje de una céntrica calle de Oviedo, un equipo de mujeres lleva un mes trabajando, siete días a la semana, en los trajes de "Espectros (Hamlet)", una de las dos obras que se representarán en homenaje a Nuria Espert dentro de los actos previos a la gran semana de entrega de los premios "Princesa de Asturias". A la cabeza está Teresa Patiño, experta en bordados de alta costura, que, por primera vez, se ha metido a trabajar en vestuario. Y lo está disfrutando mucho.

"Espectros (Hamlet)" se representará en el antiguo teatro Arango de Gijón, que se reabrirá para la ocasión, los días 13 y 14, a las 20.00 horas. "Asesinas ejemplares" se verá en el Archivo Histórico de Asturias, en Oviedo, los días 14 y 15, a las 20.00 horas.

Por el taller se ven telas, cuerdas y lanas. Y, sobre todo, conchas. "Querían darle una vuelta a Hamlet, un costero en Dinamarca. Así que la idea era darle un rollo un poco oscuro, marino. Incluso vikingo", explica Patiño mientras las máquinas siguen funcionando. Muchas de esas conchas vienen de Ribadesella. También de un amigo, que está pintando murales en un restaurante y se las fue recolectando poco a poco. Y después está su madre, que tiene a dieta de mejillones a toda la familia para ayudar en la labor.

Entre unos y otros consiguieron que un gran número de piezas se introdujeran en el vestuario. Todas las mujeres del equipo tienen el betún de judea en la cabeza, con el que consiguieron darles un aspecto envejecido. Un trabajo laborioso que se ve en el resultado de los trajes, a los que todavía les faltan las últimas puntadas. "Hay días que estás saturada, que no ves, y entre todas lo sacamos. Creamos en un mes una familia", dice la directora de vestuario, alabando "el buen rollo" que ha formado todo el equipo.

Comenzaron tres mujeres, pero esta última semana tienen dos miembros más en la familia. "Nos vimos todas las películas para centrar los personajes", asegura. Así juegan con los colores y las formas según la personalidad de cada uno. Pero manteniendo siempre el orden.

El mar se ve en casi todo el vestuario, como en un vestido de Orfelia, hecho con redes antiguas. "Si me ve un pescador cortando esto nos mata a todas", bromea Patiño. Para darle un toque más femenino también lleva flores que venían bordadas de tapicería. Y aún faltan las mangas. "La reina me encanta. La veo muy limpia, demasiado". Algunas piezas las hicieron inspirándose en el director de cine Sergei Parajanov, que unificaba la elegancia y, a la vez, la suciedad que les pedían. También enseña otro vestido de encaje de Orfelia, con una campanilla de organza.

Teresa Patiño estudió diseño de moda en Londres y bordado de alta costura en París. Volvió a Inglaterra y se especializó en bordado tradicional. Trabajó hasta que un día por la mañana se despertó y se dijo que volvía a Asturias.

Había hecho prácticas con David Delfín, al que le bordó toda una colección. Una oportunidad que le abrió puertas para realizar nuevos proyectos. Ahora, dice que el vestuario le ha abierto los ojos. "Es una maravilla, muy divertido. El otro día me encontré a una amiga y me dijo que ése era el sueño de cualquier diseñador, porque explota tu parte creativa". También ayudan con el estilismo en la otra obra de Nuria Espert "Asesinas ejemplares".

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