Miles de personas se congregaron ayer en la plaza de la catedral de Milán para despedir con una ceremonia laica al dramaturgo italiano y premio Nobel de Literatura (1997) Dario Fo, del que destacaron su arte, pero también el inmenso amor por su esposa e inseparable colaboradora de sus espectáculos, Franca Rame. "Estoy seguro de que ahora mi padre y mi madre están allí, juntos, y se parten de risa", dijo Jacopo Fo.