Un madrileño de 71 años se plantó en el establecimiento Gotham Tatoo, en Majadahonda. Allí pidió al artista que le atendió que siguiera al milímetro la simple dedicatoria que dejó escrita su esposa en una antigua fotografía. "Te quiero, Pilar", con tinta azul como de boli Bic.

El tatuador despejó las dudas que se desataron entre los empleados de la tienda al atender la explicación de tan peculiar cliente. "Quiero que me lo ponga en un sitio que pueda ver en cualquier momento", solicitó el septuagenario. Y así lo obtuvo en el antebrazo derecho. "Esto es lo que hace un hombre enamorado", comentó antes de pagar la cuenta y abandonar el local con la misma tranquilidad con la que llegó, apoyado en un bastón y con la cabeza protegida por una gorra con visera.