A Mimí la trasladaron al pabellón psiquiátrico de la localidad argentina de Pergamino en 1978. Días después, su madre preguntó por ella en el hospital donde la visitaba cada mes. "Su hija ha muerto", le dijeron. Ahora, tras casi cuarenta años en un limbo existencial, podrá reencontrarse con su familia. Todo empezó con un trabajo periodístico del diario local Primera Plana, que publicó hace unas semanas una investigación sobre la precaria situación en la que viven Mimí y Antonio, los dos únicos pacientes del psiquiátrico pergaminense, en la provincia de Buenos Aires. La historia circuló por las redes sociales y llegó hasta Santa Rosa (en La Pampa), localidad natal de Mimí. "Un compañero de trabajo me leyó una noticia sobre una persona abandonada en un hospital de Buenos Aires que se apellidaba como yo", explica a Efe Sixto Walss. Al principio no le prestó mucha atención, pero luego recordó el sufrimiento de su tía Paula, quien volvió un día a casa con el corazón roto porque su hija había muerto en el hospital. Sixto llamó a la redacción del diario y les relató la historia de su prima, con quien vivió durante parte de su adolescencia. "Publicamos la nota y al poco tiempo varios familiares se comunicaron con el diario, contaron su historia y coincidía punto por punto con algunas cuestiones que conocíamos 'off the record' sobre Mimí", detalla Javier Ferreyra, director de Primera Plana. Desde hace unos días, Mimí solo repite a las enfermeras que la cuidan: "Vuelvo a mi casa". Una vez que se solucionen las cuestiones legales, Sixto viajará a Pergamino junto a Hilda y Norma para encontrarse con su familiar perdido.