J. BLANCO

La Fundación Casa de Alba ha sido galardonada con los premios de la Asociación Iberoamericana de la Comunicación (Asicom)-Universidad de Oviedo 2016, una distinción que, según explicó a LA NUEVA ESPAÑA Cayetano Martínez de Irujo, supone "un reconocimiento a una labor de los años en los que estuve al frente de la Fundación". La exposición que hará en su conferencia hoy, adelantó el duque de Arjona, será una retrospectiva de lo que se hizo a lo largo de esos años y de "cómo está encarrilado todo".

Cuenta Martínez de Irujo que la Fundación partió de una "idea brillante" de su padre y "ejecutada" por su madre, la duquesa de Alba, "para mantener el patrimonio, si no sería imposible", puntualiza. "Ésta es la primera base de que el patrimonio haya llegado hasta aquí. La segunda es la donación o herencia en vida que hice yo, entendida, aceptada y secundada por mi madre. Ése fue el otro gran pilar para que este patrimonio siga en el siglo XXI presidido ahora por mi hermano Carlos".

Este reconocimiento de Asicom y la Universidad de Oviedo viene a distinguir "la transición. Si me lo han pedido a mí es porque estuve hasta ahora navegando en una nueva etapa al frente de la institución; mi madre lo hizo hasta el 2009 y me pidió a mí que siguiera despeñando las funciones que ella había hecho". Posteriormente, con la muerte de Cayetana de Alba, "mi hermano cogió la riendas; yo sigo siendo patrono y prácticamente todos los hermanos".

Explica Cayetano Martínez de Irujo que la familia aportó a nivel internacional y a nacional un gran patrimonio "y todo se ha invertido en ese patrimonio. Hay que hacer valer las cosas y cuanto más hagas, más valor tendrán los títulos que ostentas. Si no haces nada tienen el valor que tú quieras imaginar", dice reflexionando sobre los últimos treinta o cuarenta años, en los que la sociedad ha cambiado. Por eso el legado depende de la línea que se marque a partir de ahora: "Está en manos de quien le toca seguir haciendo lo que hizo mi madre. Fue hija única, pero ella lo llevó de manera impresionante. Vamos a ver lo que hacen ahora; el tiempo lo dirá y la historia lo juzgará. Se trata de uno de los patrimonios más grandes y mejor conservados del mundo y que engrandeció mi madre. Espero todo lo mejor para ese patrimonio".

Respecto a qué le produce mayor emoción o cariño, el duque de Arjona desvela que es la casa de "San Sebastián porque es parte de la historia; donde se juntan las dos familias. Es un orgullo. Si hubiera sido de todos hubiera sido difícil mantenerla. Es una de las casas más emblemáticas y es un cúmulo de recuerdos y de vivencias familiares. Me toca defenderla", argumenta.

En cuanto a qué percibe de la gente sobre la Casa de Alba, lo tiene claro: "De alguna manera siento trasladado hacia mí una parte del cariño que se le tenía a mi madre; me siento querido, pero es por la estela de mi madre", matiza Martínez de Irujo, que tiene presente a su madre constantemente.

Finalmente, cuando se le pide que desvele alguna de las anécdotas protagonizadas por Cayetana de Alba habla de su generosidad: "Recibía cartas de peticiones de todo tipo, contestaba a todo. La gente me lo decía: 'Su madre me contestó y me mando dinero'. Aquello era un chorreo. Tenía una gran humanidad y generosidad", concluye.