Les separan más de 30 años, pero les unen motivaciones comunes, amén de su corazón. Cayetano Martínez de Irujo (53 años), hijo de la recordada duquesa de Alba, y su joven novia, Bárbara Mirjan Aliende (20), estudiante en Londres, han disfrutado estos días de las bondades de la capital asturiana, a la que el conde de Salvatierra y duque de Arjona acudió el jueves a recoger un premio de la Asociación Iberoamericana de la Comunicación (Asicom)-Universidad de Oviedo, y ayer mismo ofreció una conferencia con motivo de las jornadas que organiza el colectivo y la Universidad.

Ambos ya no ocultan su amor, después de que la prensa del corazón descubriese el pasado verano su noviazgo. Han asistido a varios actos juntos, alguno incluso familiar y relacionado con la Casa de Alba. Y estos días en Oviedo no podía ser menos.

Martínez de Irujo y su novia se alojaron en el hotel de la Reconquista junto a otros acompañantes. Bárbara Mirjan ya asistió el jueves a la entrega del premio desde un discretísimo segundo plano. Ayer, la joven no se perdió la conferencia sobre la transición que hubo para la conservación del patrimonio de la Casa de Alba, que el duque de Arjona dirigió tras pasarle su madre el testigo en el año 2009.

Ambos abandonaron por la mañana el hotel, juntos y sonrientes, camino del Aula Magna de la Universidad de Oviedo. Al llegar, se sentaron entre el público en los viejos pupitres universitarios y escucharon atentamente la conferencia de la investigadora canadiense Gabriella Coleman, que abordó el fenómeno del movimiento "Anonymus". Acto seguido, le tocó el turno a Martínez de Irujo, momento que Bárbara Mirjan aprovechó para adelantarse unas cuantas filas y seguir de cerca la intervención de su novio. La joven tomó fotos y vídeos de la conferencia y, al finalizar ésta, pese a su reticencia inicial, acabó participando en una fotografía de grupo con los organizadores y ponentes.

Morena, alta, guapa y lucida, Bárbara Mirjan vistió acorde a su edad, de modo cómodo y casual: toda de oscuro, con pantalón y jerséis negros y un buen anorak para protegerse del frío ovetense, que no es mucho a estas alturas del año. En su indumentaria destacó un bonito y llamativo collar que cubría prácticamente sobre el jersey todo su pecho.

Bárbara y Cayetano dan sobradas muestras de estar seguros de su relación, que defienden de las críticas por su diferencia de edad y, al parecer, cierta reticencia de la familia de la joven.