Con el regalo de una "fofucha" socialista que confirma la modernidad de una luchadora que aún a día de hoy, a sus 98 años recién estrenados, sigue en pie de guerra a través de las redes sociales y cantando "La Internacional" con la misma pasión que antaño. Así celebró ayer su cumpleaños Ángeles Flórez, "Maricuela", la histórica militante socialista asturiana, que disfrutó de una comida de homenaje rodeada de familiares y amigos. "Estoy con gente que me adora, no puedo pedir más", acertó a agradecer la homenajeada, satisfecha de haber podido reunir en la fiesta a sus dos hijos, Mari Ange y Antoine Rozada, ambos nacidos en Francia durante el exilio de su madre.

Maricuela Flórez expresó a los asistentes a su fiesta su voluntad de seguir en la brecha. A sus 98 años, tiene un nuevo objetivo: unir a un PSOE en horas bajas. "Quiero que tengamos una democracia de verdad, que se reparta la riqueza de la nación, que los obreros puedan comer e ir a la escuela", enfatizó ayer Flórez sin poder ocultar su disgusto por las guerras internas que vive el que sigue siendo su partido. "En las primarias no voté por Sánchez, no conocía a ninguno y no me parecía el mejor. Pero una vez que fue elegido se convirtió en mi secretario general. Tenemos que mantener vivo el espíritu de Pablo Iglesias, el fundador del partido, no el que está ahora en el Congreso. Ese sólo tiene un objetivo: separar y atacar a los socialistas", afirmó Flórez llamando a los jóvenes a "refundar el PSOE", a unirse y a luchar contra los partidos de derechas.

A Maricuela Flórez la lucha le viene de familia. Su hermano, Antonio Flórez, fue asesinado después de que se abortara la Revolución del 34. Fue uno de los conocidos como "mártires de Carbayín". Ese suceso marcó a Maricuela. Durante la guerra civil tuvo que emigrar a Francia, donde tuvo a sus dos hijos y donde residió hasta que falleció su marido hace cuatro años. Pero no dejó a un lado sus valores. La muerte de su hermano hizo nacer en esta asturiana natural de Blimea una voluntad ferrea de lucha por la igualdad y los derechos democráticos que aún hoy pervive. Y lo hará por muchos años. Y es que Maricuela Flórez no tiene la intención de darse por vencida. Ahora dedica su tiempo a añorar la vieja unión de los partidos de izquierdas y a reivindicar un PSOE más justo, solidario y democrático. "Los hay que quieren acabar con el partido y eso no se puede permitir", sentenció la histórica militante, que aún a día de hoy sigue participando en asambleas y actos de partido, "como si fuera el primer día", reconocen quienes siguen su día a día.

La comida de homenaje celebrada ayer en un hotel de Roces reunió a un nutrido grupo de amigos y conocidos que rompía en aplausos ante cada gesto de júbilo de Maricuela Flórez. Todos se mostraban orgullosos de poder seguir contando tan cerca con un ejemplo singular de constancia y lucha.