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El diseño asturiano que deslumbra a las estrellas

Fernando García, hijo de la salense Montserrat Menéndez, triunfa con sus modelos de la firma Monse en los "Globos de Oro" y trabaja como director creativo de Óscar de la Renta

Laura Kim y Fernando García en su estudio, y Thandie Newton.

El diseño asturiano deslumbra a las estrellas de Hollywood. Se pudo ver en la alfombra roja de los premios "Globos de Oro": las actrices Christina Ricci y Thandie Newton triunfaron con dos modelos de la firma Monse, de origen asturiano y creada en 2015. Uno de sus creadores, Fernando García, eligió ese nombre como homenaje a su madre, salense emigrada a la República Dominicana, prescindiendo de la "t". Su socia y pareja sentimental es la coreana criada en Canadá Laura Kim. Además, la pareja está de moda, nunca mejor dicho, porque son los nuevos directores creativos de la firma de su gran maestro, el fallecido Óscar de la Renta -dominicano como García-, en sustitución de Peter Copping. Un fichaje oficializado en septiembre pero que ha estado acompañado de polémica, pues Carolina Herrera había denunciado a la firma De la Renta por el fichaje de Kim con el argumento de que la diseñadora había firmado una cláusula de no competencia de seis meses tras ser nombrada directora de diseño de Herrera.

Hace unos meses, Fernando García repasaba a LA NUEVA ESPAÑA su trayectoria desde Nueva York, donde reside: "Estudié Arquitectura, nunca pensé que iba a trabajar en la moda. Óscar de la Renta me ofreció trabajar a su lado y ahora tengo una firma propia. Éste es el resultado de una combinación perfecta entre suerte y mucho trabajo". El joven treintañero recordaba que de su maestro aprendió "a crear un producto, no sólo una imagen. Encontrar algo que se pueda venir a comprar una temporada tras otra. No se puede diseñar sólo para un tipo de persona. Si te limitas tanto, no triunfas". A pesar del éxito, el diseñador no pierde la cabeza: "Lo importante es mantenerse y seguir creciendo con nuestra identidad.

Sus diseños como Monse, que van por caminos distintos a los que presentan a De la Renta, enamoran a celebridades como Sarah Jessica Parker, Lady Gaga, Ana de Armas, Blake Lively y Amal Clooney.

La pareja lanzará su primera colección para De la Renta durante la Semana de la Moda de febrero para otoño/primavera y continuará con Monse.

Fernando García tiene en la aldea de El Oscuredal (Pintueles, Piloña) la casa familiar. De allí era su abuela paterna y allí él mismo pasó muchos veranos de infancia "reconectando con mis raíces". García es el segundo vástago del matrimonio formado por el arquitecto Fernando García Crespo y Montserrat Menéndez Rodríguez. El padre, que nació en Santo Domingo y estuvo interno durante el Bachillerato en el colegio gijonés de los Jesuitas, es hijo de un piloñés de Infiesto, Luis García San Miguel, que hizo fortuna en el país caribeño a partir de un negocio de ferretería abierto en el año 1944.

Casado con la asturiana Montserrat Menéndez, de La Espina (Salas), de sus tres hijos, dos mujeres siguen en la compañía familiar y Fernando está en la cúspide de la moda. Uno de sus trabajos más especiales, confesó a este diario en 2014, fue el de confeccionar el vestido de novia de Amal Alamuddin para la boda con George Clooney. Fue "sin duda, de los recuerdos más impactantes que tengo de mi trabajo hasta ahora. Todo fue muy fácil porque Amal es una mujer encantadora, muy tímida, que necesitaba bastante nuestra ayuda y que se dejó aconsejar siempre en cuanto al vestido que le iba a gustar a su familia, sobre todo a su madre, y con el que todo el mundo estaría satisfecho". Ella sólo indicó "la preferencia de que marcara silueta".

Su interés por la alta costura viene de lejos; con 8 años dibujaba patrones en las servilletas. Cuando llegó el momento de formarse no le veía mucho futuro a la moda en su país, así que optó por hacer Arquitectura, como su padre. Tras pasar por la Universidad en Indiana y en Roma, "mi amor por la moda sólo había hecho que aumentar".

Contó a su padre sus sueños y éste buscó la ayuda de un amigo de infancia para entrar en contacto con De la Renta: "Viajé a Punta Cana con mis ilusiones y mis cuadernos de dibujitos y me cambió la vida entera". Apenas había mostrado unas siluetas dibujadas cuando el modisto le habló de su futuro en su equipo. Y empezó a elogiarle a una joven que ya trabajaba para él en Nueva York y con la que pensaba que tendría "feeling". Y vaya si lo hubo. Se llamaba Laura Kim.

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