El gigante de los videojuegos Nintendo no convenció con la esperada presentación de su nueva consola híbrida, Switch, pues un precio por encima de lo esperado y unas prestaciones que no rivalizan con sus competidores hundieron las acciones de la histórica compañía de Kioto en la Bolsa de Tokio.

Nintendo ha centrado sus recursos en el desarrollo de Switch, un híbrido de sobremesa y dispositivo portátil con el que pretende reflotar su división de hardware ante la falta de consolidación de su predecesora, la Wii U, la consola peor vendida de la historia de la compañía.

En un acto en Tokio que reunió a más de 600 periodistas, el presidente de Nintendo, Tatsumi Kimishima, anunció la esperada fecha de lanzamiento de la nueva consola, el 3 de marzo, y su precio de salida al mercado, 29.980 yenes (245 euros/260 dólares) en Japón, 299 dólares en Estados Unidos. El coste del sistema, que se lanzará simultáneamente en EE UU, Canadá, Japón y varios países europeos, está por encima de las previsiones de los analistas -que vaticinaban un coste de entre 250 y 280 dólares para una consola que tiene un procesador peor que el de sus competidores, un Tegra de Nvidia customizado para la ocasión- y es superior al de la PS4 y la Xbox One de Microsoft.

Por si esto fuera poco, Nintendo, que se ha caracterizado por prestar de forma gratuita sus servicios en red, anunció en boca de su presidente que a partir de otoño la prestación para Switch será de pago por primera vez en una consola de la compañía, una novedad que ha incendiado las redes sociales.

La nueva consola de la firma con sede en Kioto funciona como consola doméstica cuando se conecta al televisor mediante una base (o "dock"), pero también como dispositivo portátil cuando se separa de ella. Esto generó expectación entre los usuarios, dado que tales prestaciones requerirían una elevada autonomía. Ha sido muy alabado por los profesionales y los usuarios que Switch haya vuelto a la región free (que permite usar juegos de cualquier país en la consola independientemente de donde se adquiera), una característica que Nintendo quitó en Wii, Wii U y sus portátiles 3DS. Además, también ha gustado que más de medio centenar de compañías estén trabajando en el desarrollo de ochenta juegos.