Los "Grammy" son los premios que marcan el paso de la industria norteamericana de la música, pero también marcan la onda sonora para el resto del mundo. Un "Grammy" son muchas giras, ventas y fama. Y una británica, Adele, se adueñó de estos premios (y no es la primera vez), entregados este fin de semana en Los Ángeles. A Adele ya no le hacen falta ventas y fama, ni giras, que ya tendrá varias cerradas su mánager. Sí le hacía falta reanimarse tras el parón que tuvo en los últimos tiempos para atender sus cosas familiares. Y dio el golpe con los "Grammy" más preciados: mejor álbum del año, mejor álbum pop y mejor grabación. Además de los de mejor canción del año y mejor actuación en solitario. No es la primera vez, por cierto, que la cantante inglesa repite con los premios principales. Se llevó todos los galardones a los que estaba nominada. Y es que Adele es el gran parapeto europeo ante la invasión americana. A falta de Amy Winehouse, ahí sigue esta sólida y espectacular cantante, que ha puesto el mercado patas arriba con el disco "25".

El otro triunfador no estaba presente. Fue David Bowie, fallecido en enero del año pasado. Ya entonces (por estas fechas) se evocó su figura en estos premios. Esta vez Bowie ganó desde el otro lado. También se llevó galardones importantes, además de todos a los que estaba nominado. Así pues, dos británicos han sido los grandes triunfadores de los premios más prestigiosos de la música americana.

Bowie fue recordado y premiado por su álbum "Blackstar". Ganó los cinco premios a los que era candidato: mejor canción rock, mejor actuación, mejor álbum alternativo, mejor diseño y mejor técnica de grabación. Recogió los gramófonos póstumos por "Blackstar" el saxofonista Donny McCaslin. A Bowie se le dio ahora lo que se le negaba en los "Grammy" desde hace más de dos décadas. También hubo momentos emotivos en memoria de George Michael.

Y la derrotada (sólo a medias, ya que deslumbró con su puesta en escena) fue Beyoncé, que cosechó sus premios, aunque no muy importantes. Quizá por eso Adele declaró que su vida es Beyoncé, y el "mejor álbum para mí es el suyo, un trabajo monumental y bien pensado", indicó en declaraciones recogidas por la agencia "Efe".