Con el tema "Ahora", de su último disco" y un "es un gusto estar aquí" para dar la bienvenida al público de Asturias, la cantante María de los Ángeles Rozalén Ortuño, Rozalén a secas, inició ayer su concierto en el auditorio del teatro de la Laboral, en Gijón, que ayer registró tres cuartos de entrada.

La artista castellano-manchega desplegó sobre las tablas todo su desparpajo, como cuando alguien la llamó guapa y respondió "yo soy graciosa porque la belleza al final se cae y la gracia con el tiempo crece" o al desear irse "a tomar unas sidras" después de su actuación. Rozalén hizo vibrar al auditorio con su repertorio, en especial con "Berlín", un tema que levantó los mayores aplausos y que está inspirado en la emigración de toda esa generación de jóvenes con tantos estudios que tienen que emigrar forzados por las circunstancias.

Su puesta en escena resultó original para el público asistente, que se entregó a la melodía de dos guitarras, un pianista y la voz personal e inconfundible de Rozalén, a quien siempre acompaña otra mujer para representar la coreografía del lenguaje de signos.

Rozalén, que ya obtuvo un disco de oro con su primer elepé, "Con derecho a...", y consolidó su carrera gracias a su segundo trabajo de estudio, "Quién me ha visto...", dio protagonismo al público. En especial a varios niños a los que subió al escenario, junto a un par de chicas, para interpretar el tema "Las hadas existen". Durante toda su actuación reinó el buen ambiente con el público, que no paró de reír en cada interactuación de la manchega con ellos. La carrera de Rozalén ha estado jalonada de importantes colaboraciones con artistas de la talla de Alejandro Sanz, Luis Eduardo Aute, Miguel Bosé, Malú y el asturiano Víctor Manuel, con quienes ya ha compartido escenario en alguna ocasión, aunque ayer lo llenó de música y simpatía ella sola.