"La M de Matilde", grupo cuyo núcleo son Helena Gil y Pablo Jonte, presenta mañana en el teatro Filarmónica de Oviedo el álbum "Al que yo besaré", un disco con gran protagonismo de los textos de Helena Gil, siempre a la búsqueda de géneros tradicionales universales.

Gil cuenta con un amplio bagaje en la escena asturiana, que comenzó en 2005 como cantante de "Audiotrack". Posteriormente buceó en el mundo folk o en tendencias como el country con "The Magic Room", hasta llegar a su momento en solitario con "Los días de invierno". Tras una pausa, donde combinó con el grupo "Queen Bitch", retoma "La M de Matilde". "Empecé hace cinco años. Lo hice entonces con un EP de cinco temas. Y ahí paré. Luego, con Pablo Jonte, lo retomé y él me enfocó un poco la producción. Así que en este momento somos dos en 'La M de Matilde', matiza la cantante.

El disco cuenta en la grabación con una formación en la que se encuentran algunos de los que forman la flor y nata de la escena asturiana, que será una banda muy similar a la del concierto del Filarmónica y con Daniel Sevillano "a los mandos sonoros" de la sesión. "Al que yo besaré" no habla de lo que uno se pueda imaginar por el título: "Es de besos, pero no de amor. 'Al que yo besaré' es en respuesta a qué quería hacer, algo no muy empalagoso, que no tuviera tintes dulzones y también quería demostrar que 'La M de Matilde' no era algo pasajero, que sigue ahí, latente". La cantante de este grupo añade: "'Al que yo besaré' evoca el beso de la traición de Judas a Jesús, que se refleja en la canción 'Mateo 26:48' y hace referencia a ese capítulo del Evangelio".

Con "La M de Matilde" las canciones "siempre fueron en castellano. Las letras creo que están más elaboradas. Es algo que invito a todo el mundo a escuchar detalladamente porque tienen un mensaje bastante importante". Eso sí, en la parte musical cuenta con otros apoyos: "Me he dejado llevar en la producción por otros derroteros; la influencia de Pablo ha sido significativa en ese sentido", puntualiza.

Compendio

El álbum es un compendio de estilos que alcanzan el cabaret, el gipsy/ jazz o un tango. "Son melodías más elaboradas y con un tinte más maduro; se nota una evolución que queda reflejada en cada canción", dice Gil.

El trabajo es muy personal. "Todas son letras mías y muchas de las músicas también, pero las canciones, lo que es su base de acordes, son de Pablo", dice. "Claro, contar con Pablo vale mucho porque es guitarrista y yo estoy más limitada, interviene activamente en la parte musical", cuenta la cantante, que añade que es complicado moverse en gira, pero que les gustaría hacer al menos otro par de conciertos con el mismo montaje que el de mañana en Oviedo. "Nos gustaría que fuera dentro de la región, en Gijón y Avilés, y luego movernos un poco más haciendo una selección de los lugares", añade.

Durante todos estos años sobre las tablas Helena Gil ha tenido experiencias interesantes al margen de su propio papel como artista, como telonear a Iván Ferreiro con el primer disco de "La M de Matilde" o hacer coros con Jaime Urrutia en un disco que grabó en Asturias en los estudios Circo Perrotti de Jorge Explosion, en Gijón.

En el álbum "hay una canción que habla de una mujer maltratada y lo cuenta en primera persona, a posteriori. Es un tango. Lo que reivindico son sentimientos desde una visión empática. Me posiciono en esas historias. Es muy personal, con mucho mensaje, y no mensajes de amor, más bien son de dar golpes encima de la mesa. Por eso invito a escuchar las letras y tratar de entenderlas". Y para ello pone en directo el disco con una banda sobresaliente que redobla la lucidez de los textos.