Nintendo Switch, la nueva consola de la compañía japonesa, salió ayer a la venta en todo el mundo en un intento por romper con el modelo tradicional al apostar por primera vez por un concepto híbrido: portátil y sobremesa al mismo tiempo.

La expectación levantada por la nueva consola se debe, entre otros factores, al decepcionante volumen de ventas de su predecesora, la Nintendo Wii U. Su debut llega acompañado por el videojuego "The Legend of Zelda: Breath of the Wild", que ha deslumbrado a los críticos. Su precio es de 330 euros. Numerosas tiendas de Japón agotaron todas las existencias en horas.