Veinticinco años después de su estreno, Fernando Trueba sigue pensando que "Belle Epoque" es una película "vitalista y alegre", pese a que algunos amigos que leyeron el guión antes del rodaje pensaron que sería "otra película oscura, lo de siempre, de la España negra". Fue un proyecto "que se canceló dos o tres veces por falta de dinero", recordó Trueba, que ayer asistió a la designación de "Belle Epoque" como Película de Oro en el vigésimo Festival de Cine en Español de Málaga.

Cuando se le pregunta si él ha evolucionado en este periodo en su relación con España, asegura que no ha cambiado. "Sigo pensando lo mismo y, a veces, incluso lo digo en voz alta y me busco problemas. Con 10 años le dije a mi madre que iba a ser desertor. Siempre he sido igual, y siempre he tenido una relación entrañable con este país, pero lo que no he sido nunca es nacionalista", subrayó.