Aunque nació en Barcelona, Carlos Segarra se considera un asturiano más. Le delatan algunas palabras y términos que pronuncian con acento de aquí. El cantante y guitarrista del grupo "Los Rebeldes" llega este próximo jueves a la sala Acapulco de Gijón para ofrecer un concierto que servirá de presentación de su nuevo disco, titulado "A flor de piel". La banda, con más de cuatro décadas sobre los escenarios, no ha perdido su identidad, y sigue con la misma ilusión que el primer día. "El artista de rock and roll tiene que pasarlo bien siempre en el escenario", asegura Segarra.
- ¿Sigue siendo un rebelde?
-Si llevamos casi cuarenta con el público siguiéndonos es que algo de rebeldes tenemos que ser.
- ¿Qué sonido nuevo traen?
-El nuevo disco es acústico. Fue una idea de un amigo de Córdoba. Llevamos casi diez años haciendo acústicos, con baterías de escobillas, un bajo de caja o el saxo, que no nos engañemos pero es acústico. Había quien nos quería contratar y le decíamos que hacíamos conciertos con entre 200 y 500 personas como máximo, pero notábamos que nos faltaba escenario. Nuestro batería pensó un día que hiciésemos lo mismo que antes de ensayar. Entonces el formato que ofrecemos es visualidad con un cajón gitano, nuestro pianista y teclista con un acordeón, el contrabajista y el bajo solo con el contrabajo y yo con la guitarra acústica. Es la primera vez que haremos esto en Asturias con un disco de mercado, porque antes nos contrataban como un acto de fe. Nos decían: "Ya vienen 'Los Rebeldes' con un bajo, un contrabajo y un acordeón. ¿Esto que es una banda de rumanos del metro o una orquesta de prau?"
- ¿Cómo será su concierto en la Sala Acapulco?
-Evidentemente cantaremos un poco de todo. Soy el primero que si veo a los "Rolling Stone" quiero oír "Satisfaccion". Mostramos nuestro último disco, en el que hacemos un repaso a canciones conocidas y otras menos conocidas, pero ambas con un público muy fiel. El público que paga una entrada por venir a nuestros conciertos sabe lo que viene a encontrar y, como yo digo, se sabe las letras del repertorio mejor que yo. Así que esos temas míticos tenemos que dárselos.
- ¿Cuál es el secreto para seguir en la brecha casi cuatro décadas después?
-Lo primero todo es acordarse muy a menudo el motivo por el que me metí en esto. Mi madre siempre me decía: "No te quejes, haber estudiao". Seguir tocando rock and roll y siendo músico que era lo que me gustaba, ayuda muchísimo. Y además el artista de rock and roll tiene que pasarlo bien sobre el escenario porque eso al público le llega, y es lo que intento hacer siempre. A pesar de los cambios de soporte y la era digital, que haya gente con mis discos en las estanterías me proporciona muchas ganas de seguir actuando.
- Es decir, que es cierto que los viejos rockeros nunca mueren.
-Soy muy joven. Eso cuénteselo mejor a Miguel Ríos (bromea). O a "Los Stukas", que son aún mayores que yo.
- ¿Qué sonido de sus inicios rescataría para el tiempo actual y cuál de los que suena ahora hubiera venido muy bien hace dos o tres décadas?
-Hubiera ven ido muy bien hace dos décadas lo que pasa ahora, que cualquiera, con dos o tres "perres", puede montarse un estudio en su casa. Ahora hay cosas muy prácticas, pero a las que le falta un poco de alma. Y estamos "Los Rebeldes", que a pesar de los medios digitales seguimos utilizando el soporte de grabación en analógico.
- ¿Cómo ve el panorama musical en la actualidad?
-El problema que existe actualmente es que hay bandas muy buenas en locales de ensayo, pero que tienen muy difícil tocar porque la mayoría de veces en vez de contratar a grupos que empiezan se contratan a grupos tributo. Si no se apuesta ahora por esa gente joven, en 10 o 15 años no habrá bandas para rendir tributo, además de otros cosa que se perderían si se sigue sin apostar por grupos muy válidos y con mucha proyección.
- ¿Es buena plaza para actuar Asturias?
-La primera actuación que hicimos después de nuestro primer disco en el año 1980 tuvo lugar en el "Oasis". Recuerdo que vine de Barcelona en un "borreguero", que tardamos "la de la virgen" en llegar a Gijón, y vimos un grupo enorme de fans que nos estaba esperando, que no pensé que tuviésemos fans. Por eso Asturias, y Gijón más concretamente, para mí es muy especial. Aunque nací en Barcelona siempre digo que los de Gijón nacemos donde queremos. Porque tengo muy claro que me considero un gijonés más.
¿Con qué artistas asturianos mantiene una buena relación?
-Lo primero el "Savoy" en Gijón es la meca del mundo del rock and roll, soul, blues y toda la música con raíces. Tengo buena relación con "Ilegales" o con el avilesino Álex Cash.
- ¿Qué le queda por hacer en el futuro?
-Estoy presentando este disco y no pienso en nada más. Lo demás para futuras entrevistas. Vivo el momento.
