"Cuán presto se va el placer, cómo, después de acordado, da dolor; cómo, a nuestro parecer, cualquiera tiempo pasado fue mejor". María Teresa Campos, sin duda, suscribiría hoy los versos de Jorge Manrique a tenor de las sentidas lágrimas que derramó este sábado en la última emisión de su programa "¡Qué tiempo tan feliz!". Tras ocho años en antena, Telecinco decidió la cancelación del magacín, al que ya había reducido sus horas de emisión debido a sus bajos índices de audiencia. En su despedida, la matriarca de las Campos no hurtó a los espectadores una pulla a cuenta de la comentada participación de su pareja, Edmundo (el "artista" antes conocido como Bigote Arrocet), en "Supervivientes": ante una pregunta de Mayra Gómez Kemp a cuenta de la dieta de Edmundo en la isla donde se rodará el reality, la Campos respondió con remango: "A mí me la suda, como si se muere de hambre". Pero ni siquiera esta alusión sacó a la presentadora de su ensimismada melancolía por el final de una etapa que despidió, entre lágrimas, abrazada a sus colaboradores.