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JULIÁN HERNÁNDEZ | Músico, cantante y fundador de la banda "Siniestro Total", que actúa el viernes en Gijón en la sala Acapulco

"Seguimos siendo unos irresponsables y tenemos la misma chaladura que al inicio"

"En los conciertos mostramos la vieja artillería pesada, y no son cuatro horas como los de Bruce Springsteen, que eso no lo aguantan ni sus fans"

Julián Hernández, en una visita reciente a Asturias. IRMA COLLÍN

La mítica banda gallega "Siniestro Total" mostrará al público su nuevo trabajo, titulado "El mundo da vueltas", el próximo viernes, a las 21.30 horas, en la sala Acapulco, de Gijón. Julián Hernández, cantante, fundador y líder del grupo, destripa algunos de los secretos de una banda que para sus fans es y será eterna.

- ¿A qué suena su último disco, "El mundo da vueltas"?

-Un montón de historias bajo la unificación de un único dios verdadero: el rock. Intentar huir de tópicos como son las relaciones, el amor y el desamor. Y como somos más fans que músicos, pues robamos de donde haya que robar, de lo que nos interese contar y cómo contar cada cosa.

- ¿Qué encontrará el público en su concierto en Gijón?

-Queremos que el concierto sea una cosa en sí misma. No queremos solamente canciones nuevas. Tiene que existir un equilibrio y que aparezca la vieja artillería pesada, que es la que nos pide el público. No va a ser un concierto de Bruce Springsteen de cuatro horas, que eso no lo aguanta nadie, ni sus fans.

- Han pasado no ya años, sino décadas, desde sus inicios. ¿Qué queda de aquellos chavales que saltaban al escenario con pintas estrambóticas y sin miedo a provocar?

-De chavales ya queda poco. El problema es madurar. Seguimos siendo unos irresponsables y teniendo la misma chaladura.

- Si entonces cantaban "cuánta puta, y yo qué viejo", ahora con unas cuantas primaveras más, ¿qué tendrían que cantar?

-Con viejo estaba ya medio definido todo (sonríe). Lo de cumplir años es lo que tiene. Que a veces las canciones que escribes en un momento dado se convierten en verdad.

- En Gijón se sentirá como en casa, es una ciudad que mantiene muchos paralelismos con Vigo, la más grande de la región, pero no es capital, es zona industrial, con costa, tamaño similar...

-La verdad es que son dos ciudades muy parecidas. En Gijón estamos como en casa, y en Asturias en general. No quiere decir nada que haya una delimitación geopolítica entre Galicia y Asturias, no quiere decir que salgamos de casa.

- ¿Le asusta actuar en los dominios de Jorge Ilegal?

-Da mucho miedo sí (risas). Jorge Ilegal es el crítico más bestia que puede haber. Es uno de mis maestros, me ha dado una gran cantidad de consejos y advertencias que he aprovechado convenientemente, porque no sé quién se puede atrever a decirle que no.

- Otra de sus canciones que demuestran su vínculo con Asturias es la que dedica a la cuenca minera, ¿cómo ve su situación?

-Ha habido mucho paralelismo con el sector naval y su reconversión en Galicia, con un conflicto gravísimo. En general, lo que pasa es que los recursos primarios están siendo hábilmente desmantelados por un capitalismo salvaje que pretende una explotación pura y dura. Es mejor cerrar las minas de aquí e irse a países en los que se pague un dólar al mes a la gente, y dinamitar los recursos propios que hay en Asturias y en España.

- ¿Se hace música reivindicativa como se hacía antes?

-No creo que haya disminuido, pero sí es cierto que la repercusión en medios generalistas es menor. Las radios son como son, se han transformado más en podcast que en programas especializados, y no se da tanto pábulo a cosas que salen, como Tony Bravo, que no creo que sea menos mordaz de lo que éramos nosotros.

- Varias dudas que me dejan sus canciones, ¿cómo conseguían hace siglos cerrar el ataúd de los ejecutados en la horca si "todos los ahorcados mueren empalmados"?

-Supongo que tendrían que adaptarlo y se apañaban (risas).

- Y la más inquietante, ¿ya inventaron algo para hacer la caca de colores?

-La verdad que eso era un poco demencial. Y supongo que sí lo han inventado ya. Hay gente para todo.

- ¿Aún les queda cuerda para muchos años?

-La jubilación espero que llegue un día, pero mientras la maquinaria funcione ahí seguiremos. Nos queda música contemporánea por grabar, que es una tarea pendiente, porque ya hemos hecho casi de todo. Y seguir haciendo conciertos y disfrutando de la música es nuestro objetivo.

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