Emio Greco, un bailarín y coreógrafo italiano, y y Pieter C. Scholten, un director de teatro alternativo de los Países Bajos, dos de las personalidades de la coreografía de la danza contemporánea, dirigen desde 2014 el Ballet Nacional de Marsella (BNM), que hoy presenta en el teatro Campoamor de Oviedo (20 horas) el espectáculo "Le Corps du ballet", que se representa además en el Día Internacional de la Danza, que hoy se celebra. Inspirado en la obra literaria "Masa y poder" de Elias Canetti, el ballet indaga en el encuentro entre el individuo y el grupo, uno de los temas más comunes de ambos creadores. El universo coreográfico de Greco y Scholten bebe del lenguaje clásico y de la danza postmoderna.

En la pieza, con veintiún bailarines, lo arabesco se une al grito y los famosos "pas de deux" se mueven delante de un grupo que está estrechamente unido como si de una tribu se tratara. Sobre el escenario, el pasado y el presente coexisten y chocan, con una música llena de energía que potencia cada cuerpo mejorando la fuerza del conjunto. Ellos suelen aludir a una frase del cineasta Pier Paolo Pasolini, para explicar este trabajo: "Arrojar el cuerpo a la lucha".

Greco y Scholten crearon su primer trabajo, "Bianco", una coreografía que partía de una curiosidad latente por el cuerpo y sus motivaciones internas, en 1995. La obra se convirtió en la primera parte de la trilogía "Entre el cerebro y el movimiento", que iba acompañada del manifiesto artístico "Las siete necesidades", publicado en 1996.

Un texto en el que la pareja de creadores sentó las bases para desarrollar un lenguaje de la danza basado en las propias necesidades del cuerpo y, sobre todo, en la conciencia del tiempo y del espacio que se almacena en la memoria del cuerpo. Iniciaron su trabajo en el centro internacional ICKamsterdam, fundado por ellos mismos en la capital de Holanda.

"Nunca lo pensamos como un dogma, sino como una referencia que nos guiara, incluso cuando te alejas de él para experimentar. Por eso, años después, el manifiesto está más elaborado: hay nuevas respuestas a nuevos retos que lo van haciendo cada vez más grande", declaraba Emio Greco en una de sus actuaciones en España.

Y añadía: "Tratamos siempre de discutir y reflexionar sobre la danza que creamos en relación con el contexto social y artístico. Éste siempre ha sido el punto de partida en todos nuestros proyectos".

"Le Corps du ballet" fue, según afirman, el proyecto "ideal" para iniciar la aventura de la nueva búsqueda de identidad de una compañía que fue fundada en 1972 por el coreógrafo y bailarín francés Roland Petit, personalidad fundamental en la historia de la danza. El ballet cuenta con el apoyo del Ministerio de Cultura y Comunicación de Francia, el Ayuntamiento de Marsella y el Consejo Regional de Provenza-Alpes-Costa Azul.

Este es el tercero de los seis ballets que se incluyen en el Festival de Danza del Ayuntamiento de Oviedo, que se inauguró el pasado mes de febrero con la compañía de María Pagés y se clausurará en junio con la compañía de Martha Graham de Nueva York. Su director artístico, Cosme Marina, ha sido invitado esta misma semana a Santiago de Compostela, para hablar de la trayectoria del festival y de su creciente prestigio en el ámbito nacional.