El pintor Francisco de Goya, el artista español más importante de finales del siglo XVIII y principios del XIX, sufrió una enfermedad autoinmune llamada síndrome de Susac o sífilis, según el diagnóstico de una experta en audición de la Facultad de Medicina de la Universidad de Maryland (UM SOM, por sus siglas en inglés), en Estados Unidos, la doctora Ronna Hertzano. Muchos historiadores sostienen que Goya fue el primer pintor verdaderamente moderno. Pero no fue inmune a la tragedia, ya que, en 1793, en el apogeo de su actividad artística, Goya, con 46 años, sufrió una enfermedad severa, no diagnosticada, que le postró en la cama durante meses, le provocó alucinaciones y dolores de cabeza constantes y apenas le dejaba caminar. Finalmente, la mayoría de los síntomas desaparecieron, pero su audición nunca volvió. Quizás en respuesta a esta afección que padeció, su trabajo se hizo cada vez más oscuro. Después de examinar una serie de pruebas sobre la enfermedad de Goya, Hertzano ha desarrollado su diagnóstico: Goya probablemente sufría de una enfermedad autoinmune llamada síndrome de Susac; cuyos principales síntomas son la alteración de la función cerebral, así como la pérdida de la visión, el equilibrio y la audición. Aunque la mayoría de los síntomas suelen desaparecer con el tiempo, los pacientes pueden sufrir de pérdida permanente de la audición.