Portugal está en racha. A su inesperada victoria en la Eurocopa de fútbol del pasado verano, el país vecino unió este sábado el impensable triunfo de Salvador Sobral en el certamen de la canción de Eurovisión. Un éxito sin precedentes, ya que supone la primera victoria lusa en el concurso, y que se produjo además en una fecha emblemática: el centenario de la primera aparición de la Virgen en Fátima. Por ello, no es extraño que muchos hablen de "milagro" al reseñar el hito de Sobral.

El intérprete fue recibido ayer por una multitud a su llegada al aeropuerto de Lisboa, donde los fans le agasajaron como un auténtico "héroe nacional".

Con flores, banderas de Portugal y numerosas pancartas, en las que le daban las gracias, los compatriotas de Sobral esperaron su llegada cantando la canción ganadora, "Amar pelos dois" ("Amar por los dos") hasta que, algo abrumado, el cantante llegó acompañado de su hermana y compositora del tema, Luísa Sobral. A la salida del repleto aeropuerto, escoltados por policías mientras sus seguidores les hacían fotos y coreaban sus nombres, fue un primer contacto de los hermanos Sobral con la alegría desbordada, al borde del éxtasis, de sus compatriotas por el triunfo en el certamen.

"Aún no sé bien cómo voy a lidiar con esto. Espero conseguir hacer las cosas con tranquilidad, continuar tocando. A lo mejor tenemos que cobrar un poco más por los conciertos", comentó entre risas Sobral, a su llegada al aeropuerto. "Al principio esto puede ser una locura. Pero sé que estas cosas son efímeras", añadió, antes de estimar en tres meses la repercusión que tendrá su éxito.

Bromista a pesar del cansancio tras la noche de Kiev y el viaje a Lisboa, Sobral rechazó ese papel de "héroe nacional" con el que los medios portugueses empiezan a referirse a él: "Ese papel es de Cristiano Ronaldo, y espero que así continúe", apuntó, en referencia al futbolista del Real Madrid e ídolo de la selección portuguesa.

Hasta la victoria anoche de Sobral, el mejor resultado obtenido por Portugal era la sexta posición lograda en 1996 con la canción "O meu coração não tem cor" ("Mi corazón no tiene color"), de Lúcia Moniz, actriz y cantante conocida por su participación en la famosa película "Love Actually" (2003).

La victoria de Sobral, en todo caso, fue incontestable. El cantante luso se impuso tanto entre los jurados profesionales como entre el público, sacando más de cien puntos de ventaja al segundo clasificado, el jovencísimo intérprete búlgaro Kristian Kostov.

Con el triunfador celebrando su éxito resonante, el representante español, Manel Navarro, se declaró satisfecho por su desempeño en el certamen, pese a quedar último. "He quedado último y es lo que hay. Me voy con la cabeza bien alta. Me voy bien, me voy contento a casa. Al menos no hemos quedado los últimos en el voto del público. Creo que hemos hecho un trabajo muy bueno, para sentirnos orgullosos", dijo Navarro, poco después de concluir la gala celebrada en Kiev.

El intérprete aseguró además que "no estaba nada nervioso" cuando le salió un "gallo" en medio de la actuación, y achacó a la "mala suerte" el incidente, que le valió un aluvión de críticas en las redes sociales. "Hemos tenido un compañero, un gallito que ha salido. Es lo que hay. Cosas del directo. No sé por qué ha pasado. La verdad es que cuando he bajado del escenario me he reído por la mala suerte de que me tuviera que pasar hoy", dijo al respecto. El "gallo", en todo caso, no fue el responsable de su derrota, ya que el jurado internacional había votado con anterioridad.

Respecto a las críticas por su canción, "Do it for your lover", Navarro asumió que quizás no había gustado, especialmente a un jurado internacional que no le otorgó ningún punto. "A mí me gusta la canción, la he compuesto yo. No hay que hacer un drama de esto. Ha sido una experiencia única y la voy a recordar siempre para bien, no para mal. Esto me da más fuerzas que nunca para seguir trabajando", apuntó el cantante español, que celebra en todo caso los cinco puntos que le otorgó el público.