En los malos momentos, las Campos son una piña. María Teresa Campos, recién salida del hospital tras sufrir una isquemia cerebral, se ha refugiado en la intimidad de su círculo familiar y no recibe a nadie que no sean sus propias hijas, Terelu Campos y Carmen Borrego, Fidel Albiac, Rocío Carrasco y el servicio de internas que la atiende. Una reclusión total encaminada a recuperarse del todo de una isquemia que le ha afectado al nervio óptico, lo que ha reducido de forma notable su visión.

La presentadora, que el pasado miércoles abandonó las instalaciones de la Fundación Jiménez Díaz tras pasar ocho días ingresada, tiene por delante un largo proceso de rehabilitación.

Aunque según fuentes próximas a la familia su hija, Carmen Borrego, habría querido llevársela a Málaga, María Teresa Campos ha optado por evitar tensiones y riesgos innecesarios y ha decidido permanecer en su casa de Madrid, para recuperarse en compañía, únicamente, de su círculo más íntimo.

Mientras tanto, la pareja de la presentadora, Edmundo "Bigote" Arrocet, continúa su participación en el programa de televisión "Supervivientes" y permanece ajeno a la dolencia de la presentadora por expreso deseo de la Campos.

El ictus ha afectado también a la carrera de la presentadora, que antes de su ingreso hospitalario preparaba un nuevo programa para Telecinco que, según algunas fuentes, la cadena ha decidido aplazar hasta que la presentadora se recupere completamente de su dolencia. Fuentes conocedoras del proyecto dicen que sería algo novedoso en la trayectoria de la Campos, que a sus 75 años tiene numerosos seguidores.