La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El secreto de sus ojos

Una perturbadora aproximación a una pasión prohibida con una Ivana Baquero extraordinaria

Ivana Baquero.

Extraños en un tren. Una mirada indiscreta. La psicosis de saberse atormentada por unos deseos perturbadores. El frenesí carnal que desgarra la inocencia y deja a dos seres encadenados al vértigo de una pasión prohibida. Pedro Aguilera utiliza moldes hitchcockianos para fraguar una película que merodea en todo momento arenas movedizas donde se corre el riesgo de pasarse o el peligro de quedarse corto. No cae en ellas. Demonios tus ojos es una obra de impecable planteamiento, alejado de cualquier tentación de morbo barato, e impecable ejecución, con un trabajo interpretativo extraordinario de Ivana Baquero que muestra con matices precisos y elocuentes la evolución lúdica y lúcida de Aurora, su personaje.

Todo arranca en un tren donde, con cuatro pinceladas, Aguilera presenta al personaje de ese cineasta confuso y enigmático que relata a un periodista cómo perdió su inocencia: una piscina, un perro que se ahoga, un dilema rabioso... Con su novia ebria revoloteando cerca de su tela de araña íntima, el personaje de Oliver tiene todas las cartas para ser un perdedor al que no le importa demasiado serlo, un tipo que disfruta de vídeos pornos sin sospechar que uno de ellos lleva tatuada su perdición. No es casual el homenaje explícito al libro "Gaudete" de Ted Hugues, gran poeta al que durante mucho tiempo persiguió la acusación de ser la causa de que su esposa, Sylvia Plath, se suicidara. Hay un verso que define a la perfección al inflamable Oliver: "Lo que en verdad queda de mí / es justamente eso: mi ausencia". Esa ausencia que está tan presente en los ojos de Aurora en el perturbador plano final mientras suenan en off los sonidos horrendos de "Holocausto caníbal". La dulzura de la transgresión.

Compartir el artículo

stats