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Actriz, representará "La velocidad del otoño" el viernes en Oviedo

Lola Herrera: "El Imserso está bien, pero no todos los mayores van a estar bailando o de excursión"

"Falta formación para ser espectadores; a algunos les suena el móvil en plena función, e incluso lo cogen"

J. BLANCO

Dice Lola Herrera que, desde que estrenó la "La velocidad del otoño" en el teatro Palacio Valdés de Avilés en agosto pasado, la obra ha contado con una reacción estupenda y muy positiva del púbico. Una obra que trata de la consideración que se tiene con los mayores en estos tiempos: "Nos quieren gobernar, pero no es algo que ocurra entre padres e hijos, es parte de la sociedad, una sociedad donde lo viejos no existen", dice. "La velocidad del otoño" es una comedia ácida dirigida por Magüi Mira que la actriz protagoniza junto a Juanjo Artero. Llega este viernes (20.30 horas) al teatro Campoamor de Oviedo tras conseguir un rotundo éxito en el Bellas Artes de Madrid. En esta conversación con LA NUEVA ESPAÑA Lola Herrera repasa la obra, el mundo teatral y, sobre todo, mide a la actual sociedad.

- "La velocidad del otoño" refleja las relaciones entre los hijos y sus mayores, a los que quieren apartar, la vida misma, ¿no?

-Lo que quieren es gobernarlos. Es así en una gran parte de la sociedad para la que los viejos no existen más que para hablar de si les subieron la pensión un euro o no se la subieron. Realmente, en este panorama social la vejez no existe, es algo que está muy claro.

- ¿Es eso que usted dijo en broma, que a los mayores los quieren dejar en el parque y gasearlos?

-Efectivamente, es una broma, pero hay muchas formas de gasear a la gente, como abandonándolos y que no tengan sitio en esta sociedad. Hay que cambiar las estructuras. La gente ahora vive muchos años y no sé para qué, no se les tiene en cuenta para nada. Quiero decir que es un contrasentido. Por eso pienso que, en realidad, los mayores son una molestia.

- El personaje central de "La velocidad del otoño" es una actriz de 79 años, Alejandra, a la que quieren alojar en una residencia, ¿se ajusta a lo que usted piensa?

-No es que haya hijos que quieran arrinconar a la madre. Es por comodidad, se convencen de que hace falta alguien que la cuide. Pero es que ella quiere vivir sola. Habría que ir a las estructuras sobre en qué se ocupan. Lo del Imserso está muy bien, pero todo el mundo, todos los mayores, no van a estar bailando y de excursiones. Cuando miras a tu generación te dices: "Ahora soy vieja, pero antes era joven". He respetado mucho a los mayores. Simplemente porque por el hecho de haber vivido ya me podían enseñar algo. Eso es lo que yo pensaba cuando era joven. Ahora se ha avanzado mucho con la tecnología y la gente está con el móvil, el ordenador...

- Muy individual.

-La sociedad está muy individualizada. Hace falta mucho tiempo para utilizar redes sociales y todo eso. Y ese tiempo se lo quitan a alguien, se restan otras cosas.

- El teatro siempre vive en crisis, pero vive.

-En crisis, sobre todo, en España. Tiene que partir de los hábitos, de la educación, de la necesidad de entender el teatro. Hay mucha gente a la que le suena el móvil en medio de la función, incluso contestan. Deben de pensar que están viendo la televisión. Hay una falta de formación como espectadores.

- ¿Y esta crisis eterna la podría arreglar un Gobierno?

-¿En esta época?, ¡ni en los posibles proyectos! Yo creo que no lo conoceré, pero hay mucha gente que debería poder tener la oportunidad. El teatro es una plataforma maravillosa para tantas cosas: para conmover, remover, para distraer, para divertir. Esperemos que algún día se empuje en esta dirección.

- ¿Qué le queda por hacer?, o mejor, ¿qué papel cree que se perdió?

-Nunca he ido yo por esos derroteros; he ido haciendo lo que ha estado en mi mano y lo que me pareció mejor. No tengo cuelgues de ese tipo. Lo mío fue una carrera de fondo. Cuando me di cuenta, ya no podía hacer Julieta ni esos personajes. Pero realmente no es el cuelgue de decir yo no he hecho esto. Ahora me toca admirar, ver si alguien me puede enseñar. Conmover. Y en este país hay actores y actrices para admirar.

- ¿Y algún momento extremadamente satisfactorio a lo largo de su carrera?

-Guardo buenos recuerdos, también muy buena sensaciones. Aunque también he hecho cosas que no me han gustado, personajes que te dan más trabajo, más horas, hasta buscar donde puedes moverlo por dentro para que se lo crean. Y ésa es una labor dura que tuve que hacer en muchas ocasiones.

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