Es la primera película de superhéroes dirigida y protagonizada por una mujer y ha arrasado en la taquilla de EE UU, pero la actriz palentina Elena Anaya, que da vida a una de las enemigas de "Wonder Woman", no cree que se trate de una película feminista.

"No creo que sea feminista", subraya, "esta película es un producto dirigido por una mujer extraordinaria, Patty Jenkins, y la protagonista es una mujer ( Gal Gadot), pero poner etiquetas al movimiento por la igualdad no es bueno y entorpece".

"Wonder Woman" llega hoy a la cartelera española, precedida por buenas críticas y una recaudación mundial de casi 600 millones de dólares (538 millones de euros), la mitad en la taquilla estadounidense. El hecho de que se trate de la primera superheroína con película propia había levantado muchas expectativas y ganas de comprobar hasta qué punto Hollywood está cambiando, en un momento en que muchas actrices han llevado las denuncias sobre la desigualdad de género al centro del debate.

Anaya (Palencia, 1975) cree que la trama invita a reflexionar sobre el individualismo en que vivimos sumidos, ya que Diana descubre a Wonder Woman cuando deja atrás la isla donde vive para defender el bien de un modo completamente altruista e inocente.

"Hoy podemos contar con los dedos de la mano las personas que hacen el bien sin esperar nada a cambio", señala. "Parece que vivimos más conectados que nunca, pero estamos más solos que nunca y los valores más importantes están en peligro de extinción. Nadie hace nada sin esperar su recompensa".

El año pasado, la ganadora de un "Goya" por "La piel que habito", de Pedro Almodóvar, dio vida a una villana muy diferente en "Zipi y Zape y la isla del capitán".

Ahora es la doctora Veneno, también llamada doctora Maru, una mujer que trabaja al servicio de los alemanes, buscando una potente fórmula destructiva que acabe de golpe con la humanidad.

"Es un personaje sádico que disfruta con el sufrimiento ajeno, el polo más opuesto a Wonder Woman", explica Anaya, que en el filme aparece con el rostro algo deformado y una máscara que cubre una parte del mismo.

"Cuando Patty Jenkins me ofreció el personaje, me advirtió de que tenía que llevar esta especie de placa, y que había actrices que no están dispuestas a desfigurar su rostro, pero a mí me pareció un premio. Eso sumaba, pese a que era incómodo y te impedía hablar o comer con normalidad", relata.

Se trata de un personaje que habla poco, es introvertido, muestra su vulnerabilidad y lo cuenta todo con la mirada.

La revista especializada "Variety" publicó hace un par de días que Warner ya está trabajando en la secuela de "Wonder Woman", aún en una fase muy temprana de tratamiento de guión.

Preguntada al respecto y por la posible continuidad de su personaje, Anaya opina que tiene mucho recorrido. "La doctora Veneno tiene mucho más que ofrecer, ya veremos si al público le apetece; a mí me encantaría, porque formar parte de esta película ha sido un sueño".