Las farmacias de Uruguay comenzaron ayer la venta libre y directa de marihuana a los consumidores, tres años y medio después de ser aprobada la ley que regulariza la producción y comercialización del cannabis. Es el primer país que alcanza este grado de venta libre de marihuana.

Sin necesidad de identificarse ni presentar documentos, los consumidores podrán acceder mediante su huella dactilar a las dos variedades de marihuana que estarán a disposición, llamadas "Alfa 1" y "Beta 1". Cada persona podrá comprar un máximo de 40 gramos al mes para consumo propio.

Y aquí es donde hay matices. En opinión del doctor asturiano Fernando Seijo, especialista en neurocirugía funcional y fundador de la unidad del dolor del HUCA en 1981, explica que "la marihuana, lo mismo que la morfina, alivia el dolor".

La marihuana puede aliviar algunos tipo de dolor como es el dolor neuropático (alteración del sistema nervioso). Un ejemplo típico de este dolor es el síndrome de miembro fantasma doloroso (dolor del miembro amputado). La marihuana "tiene efecto sobre el sistema nervioso central mediante la liberación de endorfinas y potencia el sistema de recompensa. Las endorfinas tienen efectos analgésicos similares a la morfina y el sistema de recompensa, mediante la liberación de dopamina en determinados lugares del cerebro, es el encargado de producir sensaciones reconfortantes y placenteras. Por ejemplo, el "subidón" después de aprobar un examen, dar una calada a un cigarrillo o comer dulce es producido por la acción de la dopamina sobre las vías mesolímbica y mesocortical.

Por lo que el doctor Fernando Seijo apunta que la "marihuana tiene dos efectos sobre el dolor, uno directo y otro indirecto". Por ello cree que su venta debería solamente "venderse en farmacias y bajo control médico". El caso es que mientras Uruguay avanzaba a paso lento en la implementación y ahora aceleró su proyecto, otros países fueron dando saltos en la materia. Algunos de los que flexibilizaron sus leyes en el último tiempo son Canadá, Estados Unidos, México, Jamaica, Colombia, Chile, Perú, Paraguay, Brasil, Argentina y Ecuador. La vanguardista iniciativa uruguaya surgió durante el mandato del expresidente José Mujica, un exguerrillero que promovió una agenda de derechos progresista, con el objetivo de combatir al narcotráfico desde una perspectiva no prohibicionista que acaparó la atención del mundo.

"Dejamos a la gente en manos de los narcos si no hacemos nada", djo Mujica.