Nintendo Switch, la nueva videoconsola de la marca homónima llega con cuentagotas a las tiendas de todo el mundo. Tras su salida al mercado en marzo de este mismo año se han vendido más de 4,7 millones de consolas en todo el mundo y se espera que alcance los 10 millones de unidades al finalizar el año.

La marca, que no esperaba un rendimiento de ventas tan masivo en un período de tiempo tan corto, se ha visto obligada a doblar su producción para crear nuevos dispositivos de cara a la campaña comercial de finales de año con la llegada del black friday, momento en el que se inaugura la época comercial navideña.

La demanda ha superado las existencias previstas por Nintendo y escasean en todos los lugares del mundo, incluidas tiendas de Gijón, Oviedo o Mieres, que aseguran que "sólo con ser un producto de Nintendo ya es más que suficiente para que se venda bien y además el hecho de que escasea también es un aliciente para algunos". A raíz de la venta masiva hay quien se aprovecha de esta situación y de la desesperación de muchos de los compradores y lleva a cabo la reventa por un precio muy superior (algunas reventas alcanzan los 640 euros), el doble de su precio original.

La empresa japonesa anunciaba el desarrollo de su nuevo interfaz en una conferencia de prensa en 2015 y hacía su presentación al público en octubre del pasado año. Este nuevo invento incluye una gran novedad, la posibilidad de utilizarlo como un terminal tanto fijo como portátil. De este modo se puede conectar a la televisión, transformándose la consola portátil en un control remoto y continuar jugando en el exterior, a través de una pequeña pantalla que se conecta a los mandos. Éste es uno de los motivos por los que, según uno de los responsables de la sección de videojuegos de Fnac, "es la mejor consola que ha hecho Nintendo nunca, además los juegos como el Zelda son impresionantes".

El clásico de los videojuegos no estaba pasando por su mejor momento empresarial. Este bache se iniciaba después de que las ventas de su emblemática Gameboy empezaron a caer y la Wii no pudiera luchar contra el gigante Playstation.

Se vieron obligados a sacar algunos de sus videojuegos más populares en formato para smartphone, como el Super Mario Run, para conseguir beneficios.

Desde el año 2014 la compañía cerraba sus ejercicios con pérdidas, el pasado año la compañía llegaba a acumular unas pérdidas de 190 millones. Sin embargo, han sabido reinventarse y crear su pequeño milagro.