"Estamos muy contentos de estar aquí. Yo y el equipo. Nos encanta el evento, es el mejor de la temporada. Un evento de nivel mundial con muchas embarcaciones y muy bien organizado, así que estamos muy a gusto aquí", así se mostraba Pierre Casiraghi, hijo de Carolina de Mónaco, quien acudió a una prueba en la isla de clase catamarán CG32 en la 36.ª Copa del Rey Mapfre. El monegasco recordó la temporada anterior, donde parte de su equipo resultó herido y fue remplazado por nuevos tripulantes. "No es fácil empezar a competir con gente nueva en tu equipo. Este año estamos todos aquí y estamos preparados par luchar por un buen resultado", explicó Casiraghi.

Aunque el ya habitual de la competición mallorquina es optimista para este año, acepta que no hay nada predecible. "Con estas embarcaciones es difícil hacer previsiones. Todos los barcos están bien preparados. Todos los equipos son fuertes. Haremos todo lo que podamos, eso seguro", aseguró. "Conseguir un podio en Palma sería fantástico", añadió mientras hacía un repaso del equipo que le acompañará esta edición en su aventura marítima.

Aunque no hay cambios de personal -están todos recuperados y a salvo-, la embarcación ha sufrido pequeñas modificaciones durante el invierno, época en la que han aprovechado para entrenar también en la capital mallorquina.