La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

ANDRÉS SUÁREZ | Cantante, actúa en Gijón el viernes

"Es música o nada, lo tengo clarísimo desde antes de nacer"

"Escribo a lo que vi, viví y me hizo herida, intento emocionar con historias cotidianas"

Andrés Suárez.

Andrés Suárez (Ferrol, 1983) hacía los coros a Víctor Manuel, Joan Manuel Serrat o Pablo Milanés en el asiento de atrás del coche de su padre. Tras viajar desde su Galicia natal hasta Madrid para tocar en el metro, consiguió cantar con todos ellos y llenar el Wizink Centre de Madrid en el concierto de fin de gira de su anterior disco. El viernes (21.00 horas, Teatro de La Laboral) presenta en Gijón su nuevo trabajo, "Desde una ventana", "con más ganas de escenario que nunca" tras una operación de espalda que le obligó a aplazar la gira.

- ¿Qué se va a encontrar el público de Gijón?

-Solo llevamos tres conciertos de toda la gira, es muy reciente. El público, que es lo que me importa y los que mandan, la definen como la mejor de mi carrera. Tiene una parte acústica, muy íntima, muy oscura de luz y muy romántica con otras partes más fuertes de rock. Tiene un poco todo. Aposté por estar meses ensayando, haciendo las cosas bien y con calma y fue un acierto.

- Siempre que saca un disco nuevo, asegura que es el mejor de todos. ¿Este también lo es?

-Sería absurdo, hipócrita y cínico por mi parte no apostar por mí. Imagínese que después de meses ensayando con mi banda en casa, de hacer viajes a Brasil o a Formentera a escribir letras, le digo que es un disco más. Tengo que defender hasta la muerte mi último trabajo porque en él me dejo la piel. Soy muy intenso y creo que lo último que hago es lo mejor. Por eso estoy en la música.

- ¿De qué habla este nuevo trabajo?

-Es un disco más diurno, más luminoso, que ya no tiene que ver con los bares, sino con los amaneceres en Brasil y Formentera, con más amor que desamor. Aunque sigue habiendo desamor y melancolía y tristeza porque ese soy yo, pero al menos no es el cien por cien del disco. No es un disco monótono, escrito con la persiana bajada, ojeras y un vino de más. Es un trabajo que a mí me gusta mucho porque es vital y, encima, está grabado con mis músicos tocando a la vez, por lo que suena a disco en directo. Ha sido un acierto para mi vida, sin duda. Nunca mejor dicho, abrí una ventana.

- Acostumbra a grabar los discos así.

-La música en directo es la verdad absoluta. Mirar a los ojos de la gente y ganarte el aplauso. Y cuando cantas en el metro, en los bares, ves lo jodido que es que la gente te mire y te eche una moneda. No creo en grabar en estudios de grabación por separado, me parece súper doloroso. Eso no es verdad. Yo necesito mirar a los ojos a mi banda, que son mis colegas. Ese disco es verdad, otra cosa es que sea imperfecto. Creo en la imperfección en los discos.

- ¿Qué queda de aquel joven que tocaba en el metro?

-Lo que me interesa y me alegra es que a título personal sigo siendo el mismo. Cuando llego a ver a mi madre, que son pocas veces por trabajo, es decir por suerte, mi madre me dice que me ve igual. Soy el mismo, un tipo enamorado del norte, de Galicia, de su tierra, su gente, el mar. Sigo siendo muy ambicioso, un currante, entiendo que estoy empezando en esto de la música, que me queda todo por hacer, y eso no ha cambiado.

- Es un cantante autobiográfico. Le cantó varios discos al desamor y ahora le canta a la felicidad, siempre sobre lo que se le pasa por la mente.

-Siempre. Yo no soy capaz de fingir, me encantaría. Yo escribo a un beso en Cádiz, a un amanecer, al alzhéimer de mis abuelos, al amor de mis padres, a la playa de Pantín. Escribo a eso porque lo vi y lo viví y me hizo herida, y esa herida me hizo canción, me hizo verso o me hizo caricia, pero me marcó y por eso lo escribo. Por eso todo es tan sincero en mis canciones. Y yo creo que eso la gente lo agradece. La gente hoy en día, en estos tiempos fugaces, inhumanos y veloces, busca emocionarse y sentir y yo intento emocionar con historias cotidianas, nada más.

- Y ahora va "Más allá de mis canciones" (así se llama) y saca un libro.

-Sí, un libro que va por la tercera edición y me está dando muchas alegrías. Tiene tres temas inéditos y tengo colaboraciones de lujo como Víctor Manuel, Luis García Montero, Nach, Elvira Sastre. Es un libro que describe con exactitud y verdad quince momentos de mi vida, canciones que me hicieron daño, herida en el pecho.

- ¿Se imaginó alguna vez cantar con todos sus ídolos?

-Le voy a ser sincero. Soy un tío con mis inseguridades, que dudé de mí varias veces. Pero yo nunca dudé de mis canciones, creo en ellas más que en mí. Sí, lo he soñado. He sacado un libro y siete discos. Si puedes soñarlo puedes hacerlo.

- ¿Qué le aporta Asturias?

-Yo con Asturias tengo una hermandad. Mi gran amigo Víctor Manuel me une también a esta tierra. Asturias y Galicia tenemos demasiado en común: la gastronomía, el abrazo, la música. Desde que probé la sidra por primera vez, me enamoré perdidamente de Asturias. Y me jode que digan que somos un público frío. El público del Norte es el más cálido que tengo. Tengo unas ganas increíbles del viernes.

- ¿Hacia dónde va su futuro?

-Hacia los acordes, casi siempre hacia el norte. Cada vez llevo peor la morriña, me hace un daño brutal. Entre norte, mar y música me encuentro, en ese triángulo perfecto. No hay nada más. Es un defecto, y de eso tengo bastantes. Es música o nada, lo tengo clarísimo desde antes de nacer.

Compartir el artículo

stats